La ética en la obtención de cordón umbilical

Las células sanguíneas del cordón umbilical han resultado el último hallazgo en el tratamiento de las leucemias y otras patologías infantiles. En muchos casos están sustituyendo con éxito a los trasplantes de médula ósea. Gisselle Novakovitch, del Instituto J. Paoli, de Marsella, que también participó en las jornadas de Oviedo, no ocultó su preocupación por los problemas éticos y técnicos que implica la terapia."Éticos, porque hay que pedir permiso obligatoriamente a la mujer que da a luz para guardar una parte de sangre de su placenta; indicarle que es necesario hacer pruebas virológicas para...

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Las células sanguíneas del cordón umbilical han resultado el último hallazgo en el tratamiento de las leucemias y otras patologías infantiles. En muchos casos están sustituyendo con éxito a los trasplantes de médula ósea. Gisselle Novakovitch, del Instituto J. Paoli, de Marsella, que también participó en las jornadas de Oviedo, no ocultó su preocupación por los problemas éticos y técnicos que implica la terapia."Éticos, porque hay que pedir permiso obligatoriamente a la mujer que da a luz para guardar una parte de sangre de su placenta; indicarle que es necesario hacer pruebas virológicas para controlar la calidad y explicarle que en ningún caso podrá tener derecho de prioridad sobre su sangre en el caso de que su hijo desarrolle una enfermedad maligna de la sangre. Tiene que ser una donación anónima", afirmó.

"El problema técnico es que hace falta una cierta cantidad de células, y que si su obtención no se hace con un espíritu ético se puede afectar a la mujer. Si queremos conseguir la mayor cantidad posible de células hay que tirar de la placenta con mucha rapidez y todavía no se sabe los efectos fisiológicos para la parturienta", indicó. El futuro según explicó Novakovitch, está en conseguir la cantidad que pueda proporcionar normalmente la placenta y poner las células hematopoyéticas en cultivo para que se multipliquen y obtener así el volumen que requiere un trasplante. Aunque sólo se hace hoy en niños, si se consigue multiplicar estas células por miles, se podría iniciar en adultos.

La investigadora trabaja en otro gran proyecto perseguido por la ciencia: la criopreservación de organos. No es el sueño contra la muerte del multimillonario Howard Huges o de Walt Dysney, pero permitirá congelar los órganos para su utilización meses o años después de su donación. El problema es cómo bajar la temperatura sin que cristalicen, y como volver a subirla manteniéndolos vivos. "La única vía de trabajo está en el campo de la electromagnética. Hay por lo menos dos o tres equipos en el mundo que trabajan en este problema en colaboración con ingenieros, técnicos de fluidos y de termodinámica".

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