14 millones de estadounidenses beben agua del grifo contaminada

Una agricultura excesivamente basada en el uso de productos químicos y una normativa que no protege bien a los consumidores son responsables de que 14 millones de norteamericanos beban agua del grifo contaminada, según un informe hecho por organismos médicos y una asociación que investiga temas relacionados con el medio ambiente. La situación es especialmente mala en el Medio Oeste, donde se han detectado hasta 67 clases distintas de herbicidas en el agua corriente. Él gobierno reconoce que hay motivos para la preocupación, pero empresas químicas y agricultores niegan la denuncia."Cada primave...

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Una agricultura excesivamente basada en el uso de productos químicos y una normativa que no protege bien a los consumidores son responsables de que 14 millones de norteamericanos beban agua del grifo contaminada, según un informe hecho por organismos médicos y una asociación que investiga temas relacionados con el medio ambiente. La situación es especialmente mala en el Medio Oeste, donde se han detectado hasta 67 clases distintas de herbicidas en el agua corriente. Él gobierno reconoce que hay motivos para la preocupación, pero empresas químicas y agricultores niegan la denuncia."Cada primavera -arranca el informe de más de 300 páginas del Environmental Working Group- los agricultores del Cinturón de Maíz vierten 75 millones de kilos de cinco herbicidas en sus campos de maíz y soja. Y las lluvias arrastran una parte importante de estos productos químicos hasta el agua potable de casi 12 millones de personas en el Medio Oeste y en Louisiana". Para conocer los efectos del problema, se realizaron 20.000 pruebas de tomas de agua del grifo y de ríos y embalses. Los resultados demuestran que más de 14 millones, de personas, la mayoría en el centro del país, beben todos los días agua contaminada con dos o más de los cinco herbicidas que se usan regularmente en las tareas agrarias.

La ingestión de agua contaminada, según la asociación Médicos con Responsabilidad Social, puede ser muy negativa para unos 65.000 recién nacidos que toman papillas hechas con agua del grifo y para más de tres millones y medio de personas de 120 ciudades y pueblos, cuyo riesgo de contraer cáncer es diez veces superior a la media del país.

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