Erwin Bechtold reúne en una exposición su trabajo de pintor y grafista

La Fundación Miró dedicará muestras a Julian Schnabel y al Miró teatral

Enrie Satué pide para Erwin Bechtold el doctorado honoris causa en una imaginaria universidad de diseño gráfico y Daniel Giralt Miracle le considera un pintor "tremendamente consecuente". De lo que no hay duda es de que Bechtold es un artista polifacético que ha combinado por igual la pintura, el grafismo y las intervenciones arquitectónicas a partir de una misma filosofía que tiene como eje la confrontación entre la razón y la intuición.

La Fundación Miró de Barcelona presenta hasta el 20 de noviembre una retrospectiva del trabajo de este artista alemán, afincado en Ibiza, que reúne 14...

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Enrie Satué pide para Erwin Bechtold el doctorado honoris causa en una imaginaria universidad de diseño gráfico y Daniel Giralt Miracle le considera un pintor "tremendamente consecuente". De lo que no hay duda es de que Bechtold es un artista polifacético que ha combinado por igual la pintura, el grafismo y las intervenciones arquitectónicas a partir de una misma filosofía que tiene como eje la confrontación entre la razón y la intuición.

La Fundación Miró de Barcelona presenta hasta el 20 de noviembre una retrospectiva del trabajo de este artista alemán, afincado en Ibiza, que reúne 140 obras en diferentes disciplinas. Esta exposición, que coincide con la publicación de una monografía sobre el artista editada por Destino, abre la temporada de la fundación. Las exposiciones siguientes serán una monográfica dedicada a Julian Schnabel y dos temáticas: la relación de Miró con el teatro y la estética de los objetos cotidianos en China.Aunque la exposición de la Fundación Miró, que se presentó anteriormente en Palma de Mallorca y Colonia, se centra en la obra pictórica de Bechtold (Colonia, 1925), el gran público le conoce por las numerosas portadas que ha diseñado para la editorial Destino a lo largo de casi 30 años.

A mediados de los años cincuenta, viajó por primera vez a Barcelona, ciudad en la que residió algunos años antes de trasladarse a Ibiza. En Barcelona conoció a Tharrats, Tápies, Cuixart y otros artistas que en aquel momento reivindicaban el arte informalista, y se integró en la vanguardia artística.

Coherencia formal

"Barcelona era un centro muy importante a nivel internacional de arte informalista; esto nos unía y todos nos influenciamos mutuamente", comenta Bechtold. "Después, cada uno fue tomando su camino". Exceptuando estos primeros años informalistas, el resto de la producción de Bechtold mantiene una línea unitaria de tendencia más constructivista. La exposición no está ordenada de forma cronológica lo que permite observar aún más está coherencia formal de su obra. "Con la edad, lo normal es que un artista tenga un cierto vocabulario, tu propio idioma y no puedes escapar de ti mismo".

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