Arafat y Rabin obtienen el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por pacificar Palestina

El primer ministro de Israel, Isaac Rabin, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina y líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat,fueron galardonados ayer en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, en su decimocuarta edición, como reconocimiento a "su decisivo esfuerzo para crear las condiciones de paz" en OrientePróximo. El galardón, concedido por decisión mayoritaria del jurado, y al que habían concurrido 22 candidaturas, será entregado en Oviedo el próximo mes de noviembre por don Felipe de Borbón.

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El primer ministro de Israel, Isaac Rabin, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina y líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat,fueron galardonados ayer en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, en su decimocuarta edición, como reconocimiento a "su decisivo esfuerzo para crear las condiciones de paz" en OrientePróximo. El galardón, concedido por decisión mayoritaria del jurado, y al que habían concurrido 22 candidaturas, será entregado en Oviedo el próximo mes de noviembre por don Felipe de Borbón.

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En su fallo, el jurado subraya la importancia del proceso de entendimiento iniciado en la conferencia de Madrid de octubre de 1991 " entre israelíes y palestinos, "que debe conducir", agrega el acta del premio, "a la pacificación definitiva del Próximo Oriente". Dotado con cinco millones de pesetas y la reproducción de una escultura de Joan Miró, el galardón, instituido para distinguir a quienes contribuyan "de forma ejemplar al mutuo conocimiento, al progreso o a la fraternidad entre las naciones", tributa reconocimiento en esta ocasión a los arduos pero decisivos pasos emprendidos por Rabin y Arafat para restablecer la paz en aquella región, superando 45 años de tensiones y de enfrentamientos.El primer ministro israelí Isaac Rabin y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, reiteraron ayer su compromiso con el proceso de paz iniciado en Madrid en 1991 al agradecer el premio de cooperación otorgado por la Fundación Príncipe de Asturias en reconocimiento a sus esfuerzos por la apertura del camino hacia la paz en Oriente Próximo, informa Juan Carlos Gumucio. La concesión del premio planteó inmediatamente la posibilidad de una nueva cumbre palestino-israelí en Oviedo a finales de noviembre pero no hubo anuncio oficial en ese sentido, aunque los respectivos gabinetes. de ambos líderes confirmaron que ambos a acudirán a Oviedo para recoger el galardón personalmente. En sendos mensajes dirigidos a la Fundación Príncipe de Asturias, Rabin y Arafat subrayaron el grado de amistad que une. a israelíes y palestinos con España y se declararon honrados por el premio. Rabin dijo que el premio "supone un importante y significativo apoyo a los esfuerzos que realiza el pueblo de Israel y su Gobierno por la paz y la seguridad en nuestra región". El primer ministro israelí agregó: "Considero un gran honor aceptar este premio por lo que supone de reconocimiento al proceso de paz iniciado en Madrid, que avanza, no sin dificultades, con el objeto de crear un Oriente Próximo en paz caracterizado por la convivencia y el desarrollo de los pueblos y estados. Aprovecho la ocasión para reiterar una vez mas el compromiso del Gobierno de Israel y de su gobierno con la paz".

Arafat, por su parte, declaró: "Agradezco al Príncipe de Asturias, al Rey Juan Carlos, al primer ministro de España y al comité que adoptó la decisión. En esta oportunidad me es grato decir que me siento honrado al recibir este premio y expreso nuevamente mi agradecimiento al pueblo amigo de España. Anuncio mi continuo compromiso con el proceso de paz, de manera muy especial en este caso, ya que Madrid fue la capital donde comenzó la conferencia de paz".

El actual proceso de paz alcanzó un hito el 13 de septiembre del año pasado en Washington, con el acuerdo que reconoce la autonomía palestina en la franja de Gaza y en la ciudad de Jericó, ampliable posteriormente a toda Cisjordania. Se consumaba así un difícil y delicado proceso de concertación, iniciado en Madrid dos años antes y que avanzó en reuniones secretas celebradas con posterioridad en Oslo. Las conversaciones se han ampliado recientemente a Jordania y prosiguen los intentos para incorporar a Siria a unas negociaciones que pretenden consolidar, de modo definitivo, la convivencia pacífica en una de las áreas conflictivas del mundo.

Es esta armonía entre posiciones hasta ahora antagónicas la que se ha galardonado con este premio, que, a propuesta de la Asociación de Amigos de Sefarad, se ha querido conceder simbólicamente y de forma compartida a los dos artífices del proceso de pacificación.

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Nacidos en Jerusalén

Los dos premiados en la presente edición -Rabin, de 72 años, y Arafat, de 64- nacieron en Jerusalén. Sólo en este dato coinciden sus biografías, marcadas por décadas de odio y enfrentamientos. El primer ministro israelí, considerado como un halcón en la política de su país combatió a los palestinos desde 1948 y llegó a ser el jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas que derrotaron a sus vecinos árabes en la guerra de 1967. Líder del Partido Laborista desde 1992, Rabin ganó las elecciones ese mismo año con el compromiso de negociar la paz con los palestinos.

El otro galardonado cambió su nombre de pila original (Mohamed Aded Arouf) por el de Yasir (El Afortunado). Precisamente la suerte ha salvado a Arafat de las disputas internas en la OLP, de los atentados, del acoso isrelí en Líbano y Túnez y hasta del ostracismo internacional en que se vio sumido tras apoyar a Sadam Husein en la Guerra del Golfo. A partir de 1988 reconoció al Estado de Israel y abrió la puerta al camino de la paz que le llevó a una entrada triunfal en Gaza y Jericó el pasado mes de julio.

El año pasado, el premio fue otorgado a las agrupaciones militares de cascos azules de las Naciones Unidas destacadas en misión humanitaria en la antigua Yugoslavia, y en 1991 lo recibió el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Los miembros del jurado coincidieron 1 ayer en subrayar la importancia histórica del acuerdo alcanzado entre palestinos e israelíes, al tiempo que advirtieron de los riesgos que aún subyacen en un proceso complejo y todavía inconcluso. Así, el ex presidente del Gobierno español Leopoldo Calvo-Sotelo señaló que "con haber dado Arafat y Rabin un paso decisivo para conseguir la paz en Oriente Próximo, éste es un proceso en curso, y aun teniendo confianza en que la paz sea irreversible su consecución aún no está completa puesto que persisten tensiones".

El ex ministro español de Exteriores Fernando Morán, también jurado, declaró que "la histórica disposición asumida por Israel y la OLP" abre "un proceso irreversible, pero la letra pequeña es muy importante, y probablemente los ajustes van a ser difíciles e inevitables. Lo importante es la buena voluntad de las partes y el progresivo entendimiento entre judíos y palestinos".

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