El derroche del gasto público incentiva la evasión, según el catedrático García Añoveros

Normalmente el Ministerio de Hacienda se resiste a cuantificar el fraude. Como ayer explicó el catedrático de Derecho Financiero y Tributario y ex ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, en la inauguración del curso, cuando el contribuyente conoce las cifras se desmoraliza. Pero ayer, por primera vez en los últimos años, el Instituto de Estudios Fiscales presentó las conclusiones de un amplio estudio sobre el fraude fiscal, que está prácticamente terminado.García Añoveros, que ocupó la citada cartera con UCI), hizo más hincapié en la existencia de "una conducta evasora generalizada". Añad...

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Normalmente el Ministerio de Hacienda se resiste a cuantificar el fraude. Como ayer explicó el catedrático de Derecho Financiero y Tributario y ex ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, en la inauguración del curso, cuando el contribuyente conoce las cifras se desmoraliza. Pero ayer, por primera vez en los últimos años, el Instituto de Estudios Fiscales presentó las conclusiones de un amplio estudio sobre el fraude fiscal, que está prácticamente terminado.García Añoveros, que ocupó la citada cartera con UCI), hizo más hincapié en la existencia de "una conducta evasora generalizada". Añadió que cuanto mayor sea la presión fiscal y menos equitativa mente esté repartida, más crece el incentivo para defraudar. Reconoció, sin embargo, "que desde el punto de vista de la racionalidad económica, el fraude es una válvula de escape que permite al sistema funcionar mal, pero funcionar".

Los incentivos para el fraude aumentan también, según García Añoveros, cuanto mayor descontento social exista sobre cómo se gestiona el gasto público. En la actualidad, "los gestores públicos manejan el presupuesto con un increíble derroche; con alegría y despreocupación". En su opinión, se han aflojado y diluido las normas de control del gasto y se falsean de forma burda los resultados. Este problema es grave en la Administración central, pero todavía es peor en las autonomías y ayuntamientos, según afirmó ayer Jaime García Añoveros.

El presidente del Instituto de Estudios Fiscales, Garde Roca, aseguré que en todos los países existe un fraude estructural, "incluso en aquellas sociedades que se consideran vanguardia de la conciencia fiscal". Por ejemplo, en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña o Francia, tres de cada 100 pesetas que se generan se dejan de pagar a Hacienda.

Garde recomendó la creación de forma obligatoria de unas cuentas bancarias especiales para todas las actividades profesionales y empresariales. En estas cuentas se canalizarían, en forma de contabilidad auxiliar, todos los movimientos bancarios originados por éstos.

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