Un hospital público vasco se negó a atender a dos 'ertzainas' apaleados

Los dos agentes de la Ertzaintza que fueron golpeados en un bar de HB el pasado día 15 en San Sebastián tuvieron que acudir por sus propios medios a dos centros sanitarios públicos sin que fueran atendidos y finalmente, tuvieron que recurrir a una clínica privada para que les curasen.

Los policías, tras abandonar a pie la Parte Vieja donostiarra, se trasladaron al ambulatorio de Gros donde, debido a la gravedad de las heridas les remitieron al Hospital de Aranzazu. En el citado centro, debido a que uno de ellos está domiciliado en un pueblo de Guipúzcoa, se les pidió, tras dos horas...

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Los dos agentes de la Ertzaintza que fueron golpeados en un bar de HB el pasado día 15 en San Sebastián tuvieron que acudir por sus propios medios a dos centros sanitarios públicos sin que fueran atendidos y finalmente, tuvieron que recurrir a una clínica privada para que les curasen.

Los policías, tras abandonar a pie la Parte Vieja donostiarra, se trasladaron al ambulatorio de Gros donde, debido a la gravedad de las heridas les remitieron al Hospital de Aranzazu. En el citado centro, debido a que uno de ellos está domiciliado en un pueblo de Guipúzcoa, se les pidió, tras dos horas de espera, que ingresasen en el Hospital de Gipuzkoa, distante del anterior a unas decenas de metros, lo que no fue aceptado por los agentes. Los ertzainas fueron finalmente trasladados a la clínica privada Pakea donde fueron atendidos de las lesiones.

Uno de ellos fue intervenido ayer de una doble fractura en la mandíbula y evoluciona favorablemente. El sindicato de la Ertzaintza Erne ha manifestado su indignación por el trato recibido los ertzainas en Servicio Vasco de Salud. Uno de los presuntos agresores, Joxean Catalán, se encuentra internado en prisión.

Mientras, José Benedicto Herrero, el anciano de 71 años que resultó herido en el atentado etarra que costó la vida el domingo al policía José Santana Ramos, fue operado ayer en el Hospital de Cruces, en Bilbao, para extraerle la bala que tenía alojada en el brazo derecho. El estado de Benedicto "continúa siendo grave", según los doctores que le atienden.

Por otro lado, Jaime Mayor Oreja, presidente del PP en el País Vasco, acusó ayer al ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, de "haber practicado una política caracterizada por la falta de sentido de Estado". Para Mayor Oreja, es el Gobierno, con su política unilateral, el que ha provocado el debate sobre la reinserción. "La última demostración de la falta de sentido de Estado y de sentido común de su política es la manera con la que ayer mismo [por el lunes] apelaba al consenso en el funeral del policía asesinado".

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