Kinkel finaliza su gira por la UE sin hallar un candidato sólido para suceder a Delors

La celebración de una cumbre extraordinaria de la Unión Europea el próximo día 15 para elegir a un presidente de la Comisión Europea sigue sin estar asegurada. La presidencia alemana parece decidida a no convocarla en el caso de fallar el consenso por la vía de las conversaciones bilaterales mantenidas estos días por Klaus Kinkel, aunque el ministro de Exteriores alemán concluyó ayer en Lisboa esos tanteos sin que, aparentemente, haya emergido ningún candidato sólido. Kinkel, sin embargo, aseguró en la capital portuguesa que seguía esperando que "al final no será necesaria" dicha cumbre.
...

La celebración de una cumbre extraordinaria de la Unión Europea el próximo día 15 para elegir a un presidente de la Comisión Europea sigue sin estar asegurada. La presidencia alemana parece decidida a no convocarla en el caso de fallar el consenso por la vía de las conversaciones bilaterales mantenidas estos días por Klaus Kinkel, aunque el ministro de Exteriores alemán concluyó ayer en Lisboa esos tanteos sin que, aparentemente, haya emergido ningún candidato sólido. Kinkel, sin embargo, aseguró en la capital portuguesa que seguía esperando que "al final no será necesaria" dicha cumbre.

Todo depende ahora del canciller Helmut Kohl, quien tendrá ocasión de verse en Nápoles hoy, mañana y pasado con sus socios europeos del G-7: el italiano Silvio Berlusconi, el británico John Major y el francés François Mitterrand.En Nápoles estará también el presidente de la Comisión, Jacques Delors, quien deja tras de sí una Bruselas que confía en que los Doce llegarán a un acuerdo para encontrarle sucesor, y espera que estas expectativas empiecen a confirmarse a partir del próximo lunes, después de concluida la cumbre napolitana.

En todo caso, el consejo extraordinario del día 15 sólo se convocará si existe la certeza de que no fracasará. Estos es, en el caso de que hubiera una terna clara de candidatos y todos los Estados miembros se comprometiesen a aceptar el nombre del que obtenga el mayor respaldo posible.

Pero la cumbre del día 15 y el consejo convocado en Essen a principios de diciembre para cerrar la presidencia alemana pueden no ser las únicas citas de los jefes de Estado o de Gobierno de los Doce en este semestre. El Gobierno de Kohl está preparando la celebración de un consejo informal en octubre, una vez pasadas las elecciones en la República Federal de Alemania.

Kohl tiene buenas posibilidades de salir triunfador del envite electoral y quiere aprovechar esa fuerza para convocar una cumbre extraordinaria que estará consagrada fundamentalmente a lanzar la política de apoyo al desarrollo de los países de la Europa del Este, el eje principal de la presidencia alemana.

Este encuentro serviría también para asegurar el éxito dé la cumbre oficial de Essen y dinamizar los trabajos de la presidencia, que hasta entonces se verán frenados por el lastre que siempre implica la celebración de unos comicios generales en el país que preside la Unión.

Bonn espera poder encontrar un sucesor para el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, antes del próximo día 15. "Todas las partes implicadas están de acuerdo en que debemos intentar alcanzar un consenso antes del. día 15 si es posible", dijo Kinkel ayer en Lisboa tras entrevistarse con el primer ministro Aníbal Cavaco Silva, otro de los nombres que ha circulado estos días como sucesor de Delors, pretensión que el propio Gobierno luso ha desmentido.

"Si no hay acuerdo habrá una reunión de jefes de Gobierno", añadió Kinkel, quien aseguró que "no se mencionaron nombres concretos" durante sus reunión con su colega portugués, José Manuel Durao Barroso.

Con independencia de que llegue a haber o no cumbre, el Gobierno alemán ha puesto en marcha todos los mecanismos por si tiene que celebrarse tal reunión en Bruselas. "Hay que tener la infraestructura preparada, por si acaso", explicó una fuente diplomática alemana. Un alto funcionario comentó que espera que se llegue a un acuerdo para suceder a Delors. sin necesidad de recurrir a una cumbre, que "en estos casos siempre resulta molesta para el que vaya a aparecer como perdedor".