La conjura de los cómplices

Fue como una especie de Feria de Francfort en pequeño. Los viejos editores literarios, esos cómplices que nunca mueren, se volvieron a encontrar, a comentar novedades, a comparar catálogos e incluso a cerrar algún trato. A verse las caras y a ponerse al día, en definitiva. A conjurarse, con esa conciencia tan característica de clan entre privilegiado y marginal que han adquirido con el tiempo.Beatriz de Moura -a la que alguien, por sus orígenes brasileños, ha bautizado como "la Romario de la edición española"estaba eufórica. Satisfecha de los 25 años de Tusquets y optimista, dentro de l...

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Fue como una especie de Feria de Francfort en pequeño. Los viejos editores literarios, esos cómplices que nunca mueren, se volvieron a encontrar, a comentar novedades, a comparar catálogos e incluso a cerrar algún trato. A verse las caras y a ponerse al día, en definitiva. A conjurarse, con esa conciencia tan característica de clan entre privilegiado y marginal que han adquirido con el tiempo.Beatriz de Moura -a la que alguien, por sus orígenes brasileños, ha bautizado como "la Romario de la edición española"estaba eufórica. Satisfecha de los 25 años de Tusquets y optimista, dentro de la perplejidad, para el futuro. Antonio López Lamadrid, el otro responsable de la editorial, se ocupaba con rigor de la intendencia, de que no fallara nada.

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En el encuentro de editores se colaron también, inevitablemente, algunos escritores (¿qué harían los unos sin los otros?). Jorge Semprún, por ejemplo, Nuria Amat, Ana María Moix, Luis Sepúlveda y Mario Vargas Llosa, quien se preocupó, por la cuenta que le trae, de lanzar un mensaje optimista a los editores. "Los lectores son", dijo, "como en el pasado, una minoría, pero una minoría cada vez mayor".

Tras la intensa sesión de debate de la mañana, celebrada en el Museo de la Ciencia, los editores de Tusquets tuvieron la original idea de mostrar a sus invitados, sin salir del museo, una exposición sobre la Amazonia. Allí pudieron oírse algunos comentarios arriesga dos. ¿No te recuerda esta piraña al editor X?". ¿Y ese sapo?". ¿Y el mono lamido?". Guiños de cómplices..

Porque, tal como señaló Beatriz de Moura: "Quizá este encuentro lo hemos organizado de un modo un poco egoísta. Porque hay momentos en la vida que necesitas saber que tienes cómplices". Y Tusquets, quedó claro, los tiene.

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