FESTIVAL EN LAS VENTAS

Ilusión y torería

Osborne / Seis matadoresNovillos de Francisco Javier Osborne, discretos de presencia, que dieron juego. Joaquín Bernadó: pinchazo y bajonazo atravesado que asoma (vuelta). Andrés Vázquez: estocada caída (dos orejas). Tomás Campuzano: estocada tendida -aviso- y descabello (dos orejas). Andrés Caballero: estocada -aviso- y dobla el novillo (dos orejas). Rafael González: pinchazo y estocada corta (dos orejas). Uceda Leal: estocada (dos orejas). Asistió la Condesa de Barcelona. Festival homenaje a la tercera edad, organizado por Inserso. ...

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Osborne / Seis matadoresNovillos de Francisco Javier Osborne, discretos de presencia, que dieron juego. Joaquín Bernadó: pinchazo y bajonazo atravesado que asoma (vuelta). Andrés Vázquez: estocada caída (dos orejas). Tomás Campuzano: estocada tendida -aviso- y descabello (dos orejas). Andrés Caballero: estocada -aviso- y dobla el novillo (dos orejas). Rafael González: pinchazo y estocada corta (dos orejas). Uceda Leal: estocada (dos orejas). Asistió la Condesa de Barcelona. Festival homenaje a la tercera edad, organizado por Inserso. Plaza de Las Ventas, 27 de junio. Lleno.

Cuando los toreros son cabales la torería nunca les abandona, sucede que se aquilata y gana en aroma y profundidad con los años. Y como los toreros veteranos pusieron tanta ilusión como los jóvenes, la tarde fue muy interesante y la gente mayor, que llenaba la plaza, disfrutó mucho.

Los únicos bureles remisos en su bravura, fueron precisamente los de los toreros veteranos. Pero estos pusieron de su parte el buen hacer, la naturalidad y su sentimiento torero. Joaquín Bernadó hizo un quite muy templado por chicuelinas, y con la muleta realizó una faena aseada, que comenzó sentado en el estribo, para luego tirar del novillo hacia los medios con singular empaque. Y Andrés Vázquez, además de intrumentar en el primero de Bernadó un quite por verónicas templadas y ajustadas, estuvo valiente, torero y medido.

Empezó de rodillas, por alto, y luego se echó la muleta a la mano izquierda. El toro se le rajó y se defendió, huyó a chiqueros, y allí le plantó cara., Expuso, pudo y encima le sacó una tanda de redondos de añeja torería. La que derrochó al llevarse al novillo, después de estoquearlo en el tercio, hacia tablas, en donde Vázquez se sentó y le acompañó, con la muleta puesta en ofrenda.

Tomás Campuzano estuvo templado, toreó en los medios dando distancia y mandó en la embestida de la res con la figura erguida. Se adornó con gusto y su labor fue convincente. También convenció el trasteo del bullidor y alegre Andrés Caballero, que, sin embargo, en la muleta supo aprovechar la buena embestida del novillo y toreó relajado. Faena en la que mezcló el toreo fundamental con los circulares largos y calentones. Lo mejor, dos tandas de naturales despaciosos muy estimables.

Rafael González se gustó con el capote, en quites por chicuelinas y gaoneras, y después realizó una faena de muleta completa y variada. Tandas de derechazos y naturales ligados de mano baja, con remates inspirados en cada serie. Uceda Leal manejó con elegancia el capote, y con la pañosa instrumentó unas series con la derecha de buen trazo y mejor temple, e hizo muy bien la

suerte de matar.

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