Tregua en los mercados

Los abatidos mercados de deuda europeos y estadounidense recuperaron ayer algo de optimismo. Los precios de los activos públicos, que ya empezaron a repuntar la víspera, consolidaron sus subidas gracias a la firmeza del dólar, que se mantiene por encima de la barrera psicológica de los 100 yenes y los 1,60 marcos, y los mensajes tranquilizadores del Bundesbank, banco central alemán, sobre la evolución de la inflación en Alemania. Las bolsas también se beneficiaron. Madrid ganó un 1,42% y se colocó en el 305,02%.

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Los abatidos mercados de deuda europeos y estadounidense recuperaron ayer algo de optimismo. Los precios de los activos públicos, que ya empezaron a repuntar la víspera, consolidaron sus subidas gracias a la firmeza del dólar, que se mantiene por encima de la barrera psicológica de los 100 yenes y los 1,60 marcos, y los mensajes tranquilizadores del Bundesbank, banco central alemán, sobre la evolución de la inflación en Alemania. Las bolsas también se beneficiaron. Madrid ganó un 1,42% y se colocó en el 305,02%.

No ha habido ningún dato fundamental que avale el cambio de tendencia. Tan sólo declaraciones del banco central alemán ayer, tras la reunión de su consejo ayer en Postdam, y del Tesoro y la Reserva Federal estadounidenses la víspera. Sus responsables han calificado de "exageradas" las expectativas inflacionistas del mercado a ambos lados del Atlántico y han dejado claro que a nadie le interesa un dólar débil.

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Al igual que el Bundesbank, que ayer dejó invariables sus tipos de interés oficiales en el 4,5% (el de descuento) y el 6% (el lombardo), el Banco de España mantuvo en el 7,50% el precio oficial del dinero en la subasta decenal que celebró ayer. La situación del mercado no deja mucho margen de maniobra. Una subida ahora vendría a confirmar los temores inflacionistas de los inversores, puesto que se entendería como una medida que se anticipa a futuras subidas de precios. Una bajada, igualmente, avivaría las expectativas inflacionistas, ya que el mercado, que está descontando un crecimiento económico superior al esperado, podría considerar que las autoridades monetarias se están relajando en exceso.

La mayor calma permitió al mercado de deuda español, que se había quedado atrás en las ganancias europeas de la víspera, recuperar terreno. Los precios de los bonos a diez años ganaron más de un punto (el lunes negro retrocedieron tres) y las rentabilidades se situaron en niveles del 10,50%, algo menos tensas que el 10,85% del miércoles o el 11% del lunes, pero lejos todavía del 7,75% de febrero. El diferencial con el bono alemán de referencia se redujo de 3,60 a 3,50 puntos.

Nadie, sin embargo, se atreve a afirmar que esta recuperación es sostenible. La volatilidad se mantiene, ya que las incertidumbres sobre la inflación, no en un plazo inmediato, sino con vistas a 1995 y 1996, y sobre la evolución del dólar, presionado por el desequilibrio comercial con Japón, siguen ahí.

Por otra parte, el gobernador del Banco de Portugal, Luis Miguel Beleza, dimitió ayer por la crisis interna de la institución.

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