Los toros más laureados del 93

Este invierno se acercó Martín Arranz, apoderado de Joselito, por la dehesa donde pastan los toros de Cuadri. Quería ver la corrida de Madrid, por si su torero se decidía a torear en San Isidro. Le recibió don Fernando: "Encantado de que venga por aquí. Precisamente estuvo hace poco el apoderado de Ortega Cano, pero viendo los toros que tengo para otras plazas. Mire, los de San Isidro ahí están, ya apartados. Son un poquito más descarados, pero ya sabe, a Las Ventas hay que ir con esto". No le debieron convencer. Ni esos, ni ninguno. ¡Lástima!: Joselito renunciaba a lidiar unos toros que el añ...

Este invierno se acercó Martín Arranz, apoderado de Joselito, por la dehesa donde pastan los toros de Cuadri. Quería ver la corrida de Madrid, por si su torero se decidía a torear en San Isidro. Le recibió don Fernando: "Encantado de que venga por aquí. Precisamente estuvo hace poco el apoderado de Ortega Cano, pero viendo los toros que tengo para otras plazas. Mire, los de San Isidro ahí están, ya apartados. Son un poquito más descarados, pero ya sabe, a Las Ventas hay que ir con esto". No le debieron convencer. Ni esos, ni ninguno. ¡Lástima!: Joselito renunciaba a lidiar unos toros que el año pasado salieron a más de un premio por cabeza.El ganadero lidió 25 toros en 1993 y recibió 29 premios. Su éxito en Madrid fue tremendo, con saludos del mayoral desde el ruedo y un quinto toro, Clavelino, para el que se pidió la vuelta. Las otras corridas, todas laureadas, fueron en Zaragoza, Huelva y Gijón. También lidió un toro en la corrida concurso de Huelva, que resultó el premiado. "Fue un año como para retirarse, porque es difícil de mejorar", comenta Fernando Cuadri. "Pero, bueno, vamos a ver qué pasa en Madrid, que pueden salir unos cuantos que den juego".

Está el número 6, sobrino de Clavelino, en el que confía mucho, y también el 18, y no digamos el 38: "Viene de una reata que ha fallado muy poquitas veces de la que era también Forastero, con el que Esplá, que sabe lucir mis toros como nadie, triunfó en Valencia. No es bonito, esa es la verdad, pero se le ve buen aire".

El 38 no llegó hasta ayer a la plaza. Lo tenía reservado en el campo. "No lo metí con los seis de la corrida, primero, porque es algo recogido de pitones, y segundo, porque es un pegón horroroso. En los corrales del Batán no hubiera aguantado con el resto, que, además, ya se han pegado estos días y uno ha quedado escobillado, así que he mandado dos más, uno de ellos, por supuesto, el 38".

El año pasado, en Madrid, mataron la corrida Mariano Ramos, Pepín Jiménez y Mariano Jiménez. Hoy la lidian toreros mejor situados en el escalafón, pero tampoco son figuras. S5orprende, por tanto, que Ortega Cano y Joselito se interesen ahora por esta ganadería dura, o Espartaco, que dijo a Cuadri que si iba a Sevilla contasen con él, o Ponce y Rincón, que la quieren para este año en Huelva, o que Litri, Emilio Muñoz y El Cordobés se apuntasen a ella el verano pasado.

"Sí, parece un contrasentido", explica el ganadero, "pero, sobre todo desde la corrida de Zaragoza, que resultó muy equilibrada, con casta, bravura y nobleza, las figuras han empezado a interesarse por mis toros. A Litri le encantan, porque tienta mucho en mi finca y su primera becerra que toreó fue, además, la madre de Clavelino ".

Figuras, sí, pero ¿por qué no en Madrid? Fernando Cuadri es rotundo: "Con ver en el campo al 18, al 5, o al 2, de la corrida de Madrid, ya te das cuenta de que no tienen nada que ver con los que saldrán, por ejemplo, en Huelva. El sólo hecho de ponerse delante de esos toros, la verdad es que da reparo. Por eso es impensable que en Las Ventas se atrevan a torearlos; los dejan si acaso para mejor ocasión. Yo aparto la corrida de Madrid y ahí se queda. No muevo un solo toro, digan lo que me digan. Puede venir a verla quien quiera, pero será nada más que por curiosidad, porque de cambiarla, nada. Es innegociable".