Rincón tiene un tendón roto y probable fractura en la mano derecha

César Rincón sufre sección longitudinal del tendón extensor de la mano derecha, donde también presenta probable fractura del primer metacarpiano, pendiente del estudio radiológico que se le efectuará esta mañana. El colombiano entró ensangrentado y muy dolorido en la enfermería a la muerte del segundo toro, que fue el que le revolcó, y con una de cuyas banderillas se cortó, probablemente. Allí fue reconocido y cosido por el doctor García Padrós durante varios minutos. Rincón también tenía erosiones y contusiones múltiples.Su aspecto al llegar, acompañado de los miembros de su cuadrilla, que le...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

César Rincón sufre sección longitudinal del tendón extensor de la mano derecha, donde también presenta probable fractura del primer metacarpiano, pendiente del estudio radiológico que se le efectuará esta mañana. El colombiano entró ensangrentado y muy dolorido en la enfermería a la muerte del segundo toro, que fue el que le revolcó, y con una de cuyas banderillas se cortó, probablemente. Allí fue reconocido y cosido por el doctor García Padrós durante varios minutos. Rincón también tenía erosiones y contusiones múltiples.Su aspecto al llegar, acompañado de los miembros de su cuadrilla, que le gritaban "olé los toreros buenos" y "así se la juegan las auténticas figuras", era impresionante y preocupante porque no se sabía si la sangre que manchaba su traje blanco, sobre todo en la taleguilla, era suya o del toro. Poco después de ser ingresado en el quirófano llegaron noticias tranquilizadoras: la sangre era suya, pero de la mano, y no sufría cornada. El gesto de los presentes se torció poco después cuando se supo que tenía el tendón roto, lo que le obligará a estar de baja varias semanas.

Al salir del quirófano, el colombiano, aún con un expresión dolorida y poca voz, explicó que no sabía con qué se cortó, "porque cerré los ojos". Tras calificar al toro, "que sabía que me podía coger", de bravo y fiero "pero que se iba y se quedaba debajo de la inuleta", discrepaba de que le hubieran dado la vuelta al ruedo: "La cuestión es subjetiva, pero opino que no reunió los conceptos exigibles para ello".

Su apoderado Luis Álvarez era más rotundo: "Lo que pasa es que César luce a los toros por encima de su calidad. El de Ibán no era de vuelta, pues no cumplió con el capote y esperaba en banderillas". Rincón se fue a su domicio con la pena de no poder matar a su segundo: "Habría salido por la puerta grande".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En