Crítica:CLASICA

Los sonidos de la luz

En sus programas del jueves y viernes, la espléndida Orquesta Ciudad de Sevilla, con su director titular, Vjekoslav Sirtej, ha dado a conocer la Tercera sinfonía, 'Poemas de luz', de Manuel Castillo. La obra, grande y hermosa, fue recibida con gran entusiasmo por el público y la versión alcanzó niveles de excelencia. Puede sentirse satisfecho Castillo, uno de los talentos y sensibilidades mejor dotados de nuestra música actual.La Tercera sinfonía, como la Segunda, el Concierto para violonchelo o los Sonetos lorquianos, enriquecen notablemente el catálogo del composi...

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En sus programas del jueves y viernes, la espléndida Orquesta Ciudad de Sevilla, con su director titular, Vjekoslav Sirtej, ha dado a conocer la Tercera sinfonía, 'Poemas de luz', de Manuel Castillo. La obra, grande y hermosa, fue recibida con gran entusiasmo por el público y la versión alcanzó niveles de excelencia. Puede sentirse satisfecho Castillo, uno de los talentos y sensibilidades mejor dotados de nuestra música actual.La Tercera sinfonía, como la Segunda, el Concierto para violonchelo o los Sonetos lorquianos, enriquecen notablemente el catálogo del compositor hispalense y ennoblecen el patrimonio de un sinfonismo radicalmente español, caracterizadamente meridional pero ajeno a referencias populares y tradicionales.

Orquesta Ciudad de Sevilla

Director: V. Sutej. Solista: E. Bushkov, violinista. Obras de Castillo, Smetana y Paganini. Teatro de La Maestranza, Sevilla. 5 y 6 de mayo.

La obra responde a un encargo de la Sevilla de Electricidad para conmemorar su primer centenario, y un sevillano tan hondo y entero como Castillo recibió pronto las claras incitaciones del tema. "Sevilla no existe; es una invención de la luz", dijo Adolfo Salazar. Y Castillo ha poetizado la luz que le rodea, sus luces íntimas, sus resplandores y transparencias, sus fiestas que se toman luminarias, y su arco iris irreal y clásico, hecho contundente en el magnífico passacaglia del cuarto y último movimiento.

Pero el meollo, la más recóndita y prolongada poetización musical de la luz buscada y conseguida por Castillo, reside en un adagio fascinante, original en su sustancia y el consecuente lenguaje orquestal. Una vez más, el maestro andaluz rompe con todo encasillamiento y se expresa sin gratuidad alguna y con inquietante afán de belleza. Creo que no puede hablarse seriamente del sinfonismo español contemporáneo sin situar, muy en primer plano, las últimas aportaciones de Manuel Castillo.

El programa fue completado por El Moldava, tan lírico y racial, y el Concierto en re mayor de Paganini, en el que demostró su apabullante virtuosismo y su potencia expresiva el ruso Eugueni Bushkov, un violinista de 26 años, discípulo de Kogan y Tretiakov.

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