Barbra Streisand vuelve al escenario tras 28 años

Hace más de 25 años que Barbra Streisand no subía a un escenario londinense. En su última aparición, Streisand asumió el papel principal en el musical Funny girl, que le valió un Oscar en el cine. Pero en 1968, tras ser amenazada de muerte horas antes de ofrecer un recital en el Central Park de Nueva York, Streisand se retiró del circuito de la canción en directo. Ahora, su retomo se ha convertido en una auténtica conmoción social.

Desde entonces y hasta ayer por la noche, sus admiradores británicos debieron conformarse con seguir su trayectoria artística a través de la pequeña y gr...

Hace más de 25 años que Barbra Streisand no subía a un escenario londinense. En su última aparición, Streisand asumió el papel principal en el musical Funny girl, que le valió un Oscar en el cine. Pero en 1968, tras ser amenazada de muerte horas antes de ofrecer un recital en el Central Park de Nueva York, Streisand se retiró del circuito de la canción en directo. Ahora, su retomo se ha convertido en una auténtica conmoción social.

Desde entonces y hasta ayer por la noche, sus admiradores británicos debieron conformarse con seguir su trayectoria artística a través de la pequeña y gran pantalla. En películas como Ha nacido una estrella, que protagonizó junto a Kris Kristofferson, y Yentl, escrita, dirigida e interpretada por ella misma. O en la gala inaugural del presidente Bill Clinton, donde su voz brilló con tal fuerza que algunos comentaristas compararon a Streisand con Frank Sinatra. A pesar de su larga ausencia de los escenarios, el público sigue fiel a esta estrella, de origen judío e ideas liberales, que rechaza entrar en un quirófano para mejorar estéticamente su pronunciada nariz.

Días después del anuncio de sus cuatro actuaciones en Londres, las entradas del Wembley Arena, con una capacidad de 12.000 asientos y unos precios que oscilan entre las 28.000 pesetas (120 libras esterlinas) y las 5.000 pesetas, estaban completamente vendidas.

Los menos afortunados tuvieron que acudir a la reventa, donde las entradas para la noche inaugural, que se celebró ayer, se cotizaron en torno a las 50.000 pesetas.

La estrella que consiguió su primer número uno en las listas de éxitos norteamericanas con The way we were, en 1973, puso condiciones al promotor de los cuatro recitales. El Wembley Arena, un local cerrado y anodino, situado en el norte de Londres, ha sido enmoquetado para recibir a Streisand. "Retiraremos la moqueta al término de sus actuaciones, el 29 de abril", confirmó la encargada de prensa del Wembley.

El público, con edades comprendidas entre los 18 y los 60 anos, apenas contuvo su emoción ante la llegada de Streisand, quien celebra su 52 cumpleaños este mismo domingo. Grupos de fans se acercaron al aeropuerto y se concentraron alrededor del, lujoso hotel Dorchester, frente a Hyde Park, donde se rumoreó que la estrella se hospedaba. Mientras tanto, Streisand aprovechó su estancia en Londres para sumarse a una velada benéfica en favor de niños necesitados.

En el escenario, Streisand entonó temas de su último disco, Back on Broadway, y retomó viejas baladas y canciones pop, que recientemente han sido reeditadas en una compilación de cuatro compactos. La espera mereció la pena.