Crítica:ROCK

De profesión, rebeldes

Dos experimentadas bandas vi nieron desde el otro lado del océano para demostrarnos que los descendientes de James Dean continúan campando libremente por los terrenos del Nuevo Mundo. Casi diez años llevan ya los tres hermanos Stern, Youth Birgade, gritando al mundo que su tierra natal, Los Ángeles, no es precisamente el paraíso. Con formación de guitarra, bajo y batería, actuaron sin probar sonido. La verdad, es que tampoco les hace falta. Tienen su punki ortodoxo -en una línea que recuerda a los Dead Kennedys- perfectamente aprendido y lanzan sus descargas con precisión fulminante. Tras invi...

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Dos experimentadas bandas vi nieron desde el otro lado del océano para demostrarnos que los descendientes de James Dean continúan campando libremente por los terrenos del Nuevo Mundo. Casi diez años llevan ya los tres hermanos Stern, Youth Birgade, gritando al mundo que su tierra natal, Los Ángeles, no es precisamente el paraíso. Con formación de guitarra, bajo y batería, actuaron sin probar sonido. La verdad, es que tampoco les hace falta. Tienen su punki ortodoxo -en una línea que recuerda a los Dead Kennedys- perfectamente aprendido y lanzan sus descargas con precisión fulminante. Tras invitar a la gente a subir a cantar al escenario y dedicar una canción a la policía y otra a la propia mamá, estos tres pequeños salvajes finalizaron su concierto con una impagable crucifixión sónica del Volare de Domenico Modugno. Francamente divertidos.

D

O. A. y Youth Brigade The Revólver Club. 1.500 pesetas. Viernes 15 de abril.

'Hard core'

Los Dead on Arrival -Ingresó Cadáver, en castellano- son un trío canadiense de pioneros del hard core, una fórmula extrema de rock and roll que consiste en mostrar el personal descontento del artista con respecto a todo y a todos, a tremenda velocidad y volumen atronador.Brian Ray Goble (bajista), Ken Jensen (batería) y Joe Keithley (voz y guitarra), dejaron su Vancouver natal para venir a presentarnos su último elepé, Loggerheads, llenos de guerreras consignas y quejas contra el injusto sistema de vida americano y, por extensión, mundial.

Tremendas canciones propias, como Race riot, Fuck you, Already dead o I hate U, y simpáticas versiones de 39 lashes -¡de Jesucristo superstar!-, I played the fool -de Tom Jones-, o el clásico War, dan una muestra de cómo se viene forjando la revolución sónica, desde las catacumbas del punki.

Y eso que los D. O. A. son ya cuarentones. Rebeldes, pero cuarentones.

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