El cine británico reclama exenciones para relanzar una industria en crisis

Actores, productores, escritores y técnicos de la cinematografía británica han lanzado una desesperada llamada de auxilio al Gobierno de John Major para que establezca beneficios fiscales que atraigan a los inversores hacia una industria en absoluta crisis.Algunos de los rostros más conocidos del cine internacional, con pasaporte británico, como Michael Caine o Bob Hoskins, prestaron su apoyo a la campaña lanzada el miércoles bajo un lema que no se deja nada en el tintero: Impacto, Iniciativa para la promoción de películas, Arte, Comercio y Tecnología.

Los actores se lamentan de que una...

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Actores, productores, escritores y técnicos de la cinematografía británica han lanzado una desesperada llamada de auxilio al Gobierno de John Major para que establezca beneficios fiscales que atraigan a los inversores hacia una industria en absoluta crisis.Algunos de los rostros más conocidos del cine internacional, con pasaporte británico, como Michael Caine o Bob Hoskins, prestaron su apoyo a la campaña lanzada el miércoles bajo un lema que no se deja nada en el tintero: Impacto, Iniciativa para la promoción de películas, Arte, Comercio y Tecnología.

Los actores se lamentan de que una industria como la cinematografía británica que, en palabras de Michael Caine, "está viva y goza de buena salud en Los Angeles", carezca de atractivos para los inversores en su propio país.

La primera medida propuesta por Impacto, para relanzar el cine autóctono, es la abolición del impuesto por beneficios previstos, fijado en 1987, y que, según los promotores de la campaña, ha provocado una huida masiva de estrellas y productores a Estados Unidos.

Ganancias televisivas

Impacto propone también que el Gobierno controle que un porcentaje de las ganancias que se obtienen gracias a la televisión por satélite o la venta de vídeos se destine obligatoriamente a promocionar el cine. Además, abogan por una reducción de impuestos en inversiones relacionadas con la industria cinematográfica británica, de hasta el 65% el primer año. De esto modo calculan que podrían obtenerse unos 220 millones de libras al año -unos 45.000 millones de pesetas- de ayuda.Lo cierto es que algunas de las películas más taquilleras de la temporada, como Tierras de penumbra, de Richard Attenborough, o En el nombre del padre, de Jim Sheridam, están dirigidas o protagonizadas -o ambas cosas- por actores y directores nacidos en el Reino Unido. Sin embargo, han sido financiadas con dinero norteamericano, y es la industria de ese país la que se embolsa los beneficios.

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