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Diario

Querido diario: el mundo es como el internado de curas en el que te hice las primeras confidencias. Pero no te preocupes, he aprendido ya de qué lado debo estar para no tener problemas con los curas. Dieciocho internos de Palma de Mallorca han denunciado al prefecto de disciplina de su comunidad y casi se la cargan; podían haberles acusado de sedición y dejarles sin salir 15 años. Por cierto, que uno de quinto, un tal Qim Monzó, se ha metido con el superior y a lo mejor lo castigan sin tele para siempre. No saben moverse.Yo sólo actúo ya en las alcantarillas, no quiero follones. Además ...

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Querido diario: el mundo es como el internado de curas en el que te hice las primeras confidencias. Pero no te preocupes, he aprendido ya de qué lado debo estar para no tener problemas con los curas. Dieciocho internos de Palma de Mallorca han denunciado al prefecto de disciplina de su comunidad y casi se la cargan; podían haberles acusado de sedición y dejarles sin salir 15 años. Por cierto, que uno de quinto, un tal Qim Monzó, se ha metido con el superior y a lo mejor lo castigan sin tele para siempre. No saben moverse.Yo sólo actúo ya en las alcantarillas, no quiero follones. Además es que me gustan estos túneles: forman encrucijadas como las de los sótanos del cole, desde donde espiábamos a los curas sin peligro. Acabo de pasar por debajo del Ministerio de Economía en el momento en el que el ministro tiraba de la cadena y me han caído encima sus declaraciones. Dice que no cobraré pensión cuando me jubile. Ni falta que hace: tengo otros medios para llegar a esa edad con el riñón forrado. Y es que estoy aprendiendo a hacer viajes astrales, o sea, a salir del cuerpo, como Roldán, llevándome el riñón forrado. Con un rifión así no necesitas cuerpo para nada.

Querido diario: hace dos años que no salgo de las alcantarillas, me estoy quedando ciego, pero es que me gusta mucho hacer el trabajo de las ratas. De vez en cuando me arrestan, para disimular, pero me sueltan enseguida. Entretanto, voy haciendo negocios para no tener que recurrir a la eutanasia cuando me jubilen. Dicen los curas que de eutanasia nada, que es pecado, pero ya verás cómo cuando se les acabe la pasta la promocionan por la tele. Muchos de los que ahora me denuncian por vivir como una rata morirán como ratas. Por mí, que sigan denunciando. Son unos antiguos, no saben renovarse. Que se pudran.

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