Cinco procesados por el caso del plasma con sida en Alemania

El escándalo de la sangre contaminada en Alemania con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o virus del sida ha entrado en la recta final, una vez iniciada su fase judicial, con el procesamiento de cinco altos cargos del laboratorio UB Plasma, radicado en Coblenza, que puso en circulación los hemoderivados en los que se detectaron anticuerpos del virus.Los cinco procesados son los dos gerentes de la firma farmaceútica, el médico del laboratorio, un biológo encargado de los análisis y una ayudante. La Fiscalía los acusa de tres delitos de lesiones graves, por tres casos confirmados de infe...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El escándalo de la sangre contaminada en Alemania con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o virus del sida ha entrado en la recta final, una vez iniciada su fase judicial, con el procesamiento de cinco altos cargos del laboratorio UB Plasma, radicado en Coblenza, que puso en circulación los hemoderivados en los que se detectaron anticuerpos del virus.Los cinco procesados son los dos gerentes de la firma farmaceútica, el médico del laboratorio, un biológo encargado de los análisis y una ayudante. La Fiscalía los acusa de tres delitos de lesiones graves, por tres casos confirmados de infección en pacientes que recibieron preparados, e intento múltiple de causar lesiones y fraude.

Cuatro de los procesados (los dos gerentes del laboratorio, el médico y el biólogo) se encuentran en prisión preventiva desde que estalló el escándalo, en octubre de 1993, y la asistente está en libertad bajo fianza. La causa contra un sexto empleado del laboratorio, que también había sido detenido, ha sido sobreseída. UB Plasma, según la Fiscalía, había distribuido, entre 1977 y octubre de 1993, un total de 71.300 dosis de plasma y 43.000 litros de plasma industrial sin realizar adecuadamente los análisis sobre presencia de los virus del sida y hepatitis C.

El laboratorio, con un fichero de 5. 100 donantes, juntaba todas las donaciones "sanguíneas, sin ninguna prueba individual y realizaba un análisis al conjunto (pool). Con esta técnica, que daba resultados falsos, la empresa quería reducir costes. El fiscal del caso, Norbert Weise, ha manifestado que UB Plasma, que vendió preparados por valor de 15 millones de marcos (1.200 millones de pesetas), "actuó de un modo altamente temerario".

Archivado En