Entrevista:

"No hay posibilidad de estallido social"

Carlos Menem se mantiene inflexible en la postura de que el Estado argentino no invertirá más en Aerolíneas Argentinas, la compañía de bandera del país gestionada por Iberia y en la que cuenta con un 30% del capital, y cree posible que el Reino Unido modifique su posición sobre la soberanía de las islas Malvinas antes del año 2000.Tras su intervención quirúrgica del pasado octubre, Menem afirma que se encuentra en plena forma. El presidente recibió en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, al corresponsal de EL PMS y le comentó que el domingo pasado jugó cinco horas al golf y realizó tre...

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Carlos Menem se mantiene inflexible en la postura de que el Estado argentino no invertirá más en Aerolíneas Argentinas, la compañía de bandera del país gestionada por Iberia y en la que cuenta con un 30% del capital, y cree posible que el Reino Unido modifique su posición sobre la soberanía de las islas Malvinas antes del año 2000.Tras su intervención quirúrgica del pasado octubre, Menem afirma que se encuentra en plena forma. El presidente recibió en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, al corresponsal de EL PMS y le comentó que el domingo pasado jugó cinco horas al golf y realizó tres asaltos de boxeo.

Menem, que tiene previsto un viaje de Estado a España para finales de mes, ha conseguido que una Asamblea Constituyente, que se elegirá el próximo 10 de abril, reforme la Constitución para permitir la reelección pre sidencial. Pero asegura que la reelección sólo se permitirá por un mandato.

Pregunta: Presidente, ¿hay Menem para rato?

Respuesta. Bueno, eso depende del pueblo, no de uno, que está siempre en una actitud de servicio en este fascinante mundo de la política. Así que si el pueblo así lo decide, previa reforma de la Constitución, cuatro años más.

P. ¿Qué garantías hay de que sólo van a ser cuatro años?

R. Lo pactado oportunamente sobre este aspecto.

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P. Usted sabe que hay gente próxima a usted que ha dicho que por qué no van a ser más.

R. Uno solo y no es autoridad del Gobierno. Es un hombre del partido [Alberto Kohan, ex ministro de Acción Social]. Lo pactado es lo que se va a seguir.

P. ¿Y a usted no le da pena no llegar a la cifra mágica del año 2000?

R. Llegamos al año 2000.

R. Pero se tiene que marchar antes [en 1999 si le reeligen].

R. Un poco antes nada más, pero estaremos prácticamente en el año-2000.

P. ¿Cómo consiguió engatusar a Raúl Alfonsín [presidente del primer partido de oposición, la Unión Cívica Radical], que poco antes había dicho que usted era más o menos Alfredo Stroessner [el dictador paraguayo derrocado en 19891?

R. Esa expresión no cuadra en el mundo de la política, especialmente de la política con mayúscula. Engatusar significa engañar. Aquí nadie engañó a nadie. Tanto Alfonsín como sus colaboradores y tanto Menem como sus colaboradores son políticos de larga trayectoria.

P. La Asamblea Constituyente, ¿no podría declararse soberana y modificar la Constitución como quieran los constituyentes?

R. No, eso es totalmente imposible. Además, nunca se dio una situación de esta naturaleza. Y, por otra parte, el Parlamento de la nación ha definido de forma expresa cuáles so- n los puntos a reformar.

P. Entonces, ¿le van a hacer un traje a la medida?

R. Un traje a la medida de la República Argentina.

P. ¿No a la suya?

R. ¿Por qué?

P. Porque le aseguran la reelección.

R. La reelección no es todo. Esta es una actitud que han asumido algunos sectores muy de la izquierda en Argentina y algunos pequeños sectores del radicalismo. Aquí, este proceso de cambio de la Constitución no tiende a reelegir a Carlos Menem. Es una posibilidad que se le da a Carlos Menem de presentar su can didatura para que el pueblo argentino diga si debe continuar o no. Como ocurre en España, en Francia o en Estados Unidos.

P. Este idilio con los radicales, o con Alfonsín, ¿podría llegar hasta acudir usted con un vicepresidente radical en las próximas elecciones?

R. Empecemos por decir que no se trata de un idilio. Es un acuerdo. Pero esa- posibilidad no se da. Todavía las cosas no han madurado lo suficiente en la República Argentina como para llevar a cabo un tipo de acuerdo de tal forma que el segundo de la fórmula presidencial sea un hombre del radicalismo.

P. ¿Ni para asegurar el modelo?

R. El modelo se asegura con la fuerza del Movimiento Nacional Justicialista [peronismol y de este Gobierno. Además, el modelo de este Gobierno, de este partido, del cual soy presidente, no ha sido aceptado en el campo económico por el Partido Radical.

P. Ese modelo tiene unos costos sociales.

R. Ninguno.

P. ¿Y Santiago del Estero [donde se produjo una revuelta social en diciembre pasado]?

R. ¿Qué tiene que ver Santiago del Estero? ¿Un reclamo por sueldos no pagados, pese a que los gobernantes tenían los recursos? Ha sido un error de los gobernantes santiagueños, pero es o no ha sido un costo social al estilo de otros países, que han puesto en marcha planes de transformación en lo político, lo económico y lo social. Me está hablando de una provincia sobre un contexto de 24 provincias en la República Argentina.

P. ¿Lo ocurrido en Chiapas no le preocupa?

R. Eso es una cuestión de corte totalmente distinto a lo que ocurrió aquí, en la República Argentina, y que no se va a dar nunca por el componente social de nuestra comunidad. En esa zona [Chiapas], además de la extrema pobreza, que ha reconocido el presidente de Mexico, hay una cuestión de étnias y de religiones que no se da en la República Argentina.

P. No responde a una preocupación por este posible estallido el hecho de que...

R. Ese tema del estallido lo han instalado los periodistas. No.hay ninguna posibilidad de estallido.

P. Presidente, usted hace unas semanas tuvo un consejo de ministros donde se habló incluso de que los militares volviesen a hacer labores de espionaje interior.

R. No, no es cierto. Los militares hacen labores de inteligencia a nivel internacional, y no interno. Las Fuerzas Armadas hacen inteligencia, como en cualquier otro país, a nivel internacional.

P. Parece que los sindicatos no están muy contentos. Se están formando nuevas agrupaciones más radicales.

R. ¿En qué país del mundo no hay descontento? Los índices los marcan los números. Las estadísticas en la República Argentina son por demás halagüeñas. La pobreza estructural, que era del 30% en 1989, ha descendido a un 12%. La pobreza marginal, que es la miseria, de casi un 10% en 1989 ha bajado a un 2%. Argentina es el tercer país occidental con mayor_ crecimiento y está en tercer lugar de todos los países de la tierra. De una inflación del 5.000% en 1989 hemos pasado en 1993 a un 6,7%. Argentina tiene una gran aprobación en el mundo.

P. Pero usted se va a ir a casa sin haber resuelto el tema de las Malvinas.

R. Para mi, quizás en el año 2000, en base a un acto de estricta justicia, de pleno derecho, Inglaterra termine por acceder a las resoluciones que han dictado las Naciones Unidas sobre este tema. Las islas Malvinas son argentinas y nosotros no vamos a esperar que el problema se disuelva sino que se resuelva. Por las vías diplomáticas.

P. No a sangre y fuego.

R. No, por favor.

P. Usted ha tenido un desgaste importante de equipos desde que empezó.

R. Cinco años... ¿Y quién no? He recibido un país semidestruido. En otros países, de economías más sólidas que la que yo he recibido, también hubo ese desgaste. Yo hubiera querido recibir una estabilidad y un país en crecimiento como lo recibió el presidente [de Chile, Patricio] Aylwin, o la transferencia normal ' del poder en un ámbito democrático como se da en otros países.

P. A Aerolíneas Argentinas, ¿ni un peso?

R. Argentina ha manifestado su deseo de contribuir para que se solucione el problema que tiene, pero no va disponer de recursos en esta eventualidad. Estamos hablando, estamos tratando de llegar a un entendimiento. Nuevamente hay una suerte de, diría yo, de renacimiento de la actividad aerocomercial, los vuelos llenos. Iberia y Aerolíneas están trabajando muy bien, hasta el punto que Aerolíneas se presenta a adquirir un pliego, de ficitacion para concursar en la adquisición de la empresa aerocomercial uruguaya, Pluna.

P. ¿No cree que esta postura de no aportar más capital a Aerolíneas pueda dañar su visita a España?

R. No. Se está conversando, y, además, es un reclamo de España que no se compadece con la licitación y la adjudicación llevadas a cabo oportunamente.

P. ¿Y esa posibilidad que apuntaba usted en su carta a Felipe González de vender la compañía?

R. Eso lo tiene que considerar el Gobierno español.

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