LA CRISIS DE BANESTO

La Fed inspeccionó los activos de Banesto en EE UU antes de la entrada de Morgan

La Reserva Federal, banco central estadounidense, inspeccionó los activos financieros e industriales de Banesto en Estados Unidos antes de que se efectuara la macroampliación de capital el pasado verano. La participación superior al 5% que el fondo Corsair -gestionado y controlado por el banco JP Morgan- iba a adquirir en el banco español obligaba a las autoridades monetarias a inspeccionar los activos que indirectamente pasaría a controlar Morgan. En la inspección de la filial Banesto Banking Corporation, la Fed revela irregularidades en la administración del banco, así como una cierta desorg...

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La Reserva Federal, banco central estadounidense, inspeccionó los activos financieros e industriales de Banesto en Estados Unidos antes de que se efectuara la macroampliación de capital el pasado verano. La participación superior al 5% que el fondo Corsair -gestionado y controlado por el banco JP Morgan- iba a adquirir en el banco español obligaba a las autoridades monetarias a inspeccionar los activos que indirectamente pasaría a controlar Morgan. En la inspección de la filial Banesto Banking Corporation, la Fed revela irregularidades en la administración del banco, así como una cierta desorganización, según Banesto.

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JP Morgan, aún teniendo sólo el 10% del fondo Corsair, es el general partner del mismo, lo que en la práctica significa que controla y gestiona la participación que adquiera el fondo en otro banco. La compra del 8% en Banesto prevista por el banco norteamericano obligó a la Reserva Federal a analizar la transaccion haciendo especial hincapié en la inspección de los activos industriales y financieros del banco español en EE UU.Con esta actuación, la Fed intenta evitar, por un lado, una posición de fortaleza de Morgan en el sector financiero en el caso de que Banesto tuviera una presencia fuerte en EE UU directa o indirectamente (a través de participaciones en otros bancos). Por otro, evitar que la entrada de Morgan en Banesto supusiera el control indirecto a través de la orporación Industrial de algún activo industrial, algo que no es compatible desde que en 1930 se separan claramente la actividad comercial e industrial de los bancos para evitar la reacción en cadena de quiebras de bancos e industrias ocurrida en la. Gran Depresión.

La empresa Acerinox, por ejemplo, tenía un joint venture empresa de riesgo compartido con una compañía norteamericana de siderurgia de la que se deshizo antes de la ampliación de capital. También tenía presencia a través de la empresa Dorna en EE UU.

De los datos obtenidos por la Fed, destacan las conclusiones del acta de inspección de la filial del banco español en EE UU, Banesto Banking Corporation. La Reserva Federal encuentra falta d e control y una cierta desorganización administrativa y destaca que los nuevos sistemas informáticos no estuvieron en marcha hasta finales de 1,993, lo que dificultó el control. La inspección, no detectó, al parecer, problemas patrimoniales en Banesto Banking.

Fuentes de Morgan que prefieren no ser identificadas niegan que los resultados de la inspección de la Fed, a la que le seguiría otra del Banco de España en noviembre, estuvieran en modo alguno relacionados con el retraso de la emisión de deuda convertible, que culminaba el proceso de capitalización de Banesto. Según estas mismas fuentes, el retraso se debió al cambio de estrategia que acordó Morgan una vez conocidas las cifras de la última inspección del Banco de España. Se decide entonces un nuevo plan de saneamiento que persigue descapitalizar (reducir reservas) el banco para capitalizarlo después (con la emisión de 400 millones de dólares de deuda convertible y la venta del 25% del Totta y Açores). Su deseo de presentar un nuevo plan de saneamiento así como la existencia de transacciones pendientes, como la operación de venta de la Unión y el Fénix, llevaron al banco norteamericano a aplazar el tercer tramo, aseguran.

JP Morgan, a través del despacho de abogados Davis Polk & Warwell -conocida firma de abogados especializados en algunos de los escándalos financieros de Wall Street-, pidió a la Reserva Federal máxima confidencialidad con los documentos que revelan los detalles de la transacción de Corsair con Banesto, según reveló ayer el diario- Cinco Días. Los representantes legales alegan que la publicación de estos documentos situaría a JP Morgan en una situación de desventaja frente a sus competidores que no tienen obligación de revelar estos datos en relación con la inversión en el extranjero de fondos como Corsair. .

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