"Ni un solo ladrillo"

"Me prometieron que las obras de mi vivienda terminarían a principios de este año. Y ya ve, ni un solo ladrillo". Juan Miguel López González es uno de los 98 cooperativistas que decidieron, en abril de 1991, apostar con los ojos cerrados por el plan de viviendas del sindicato UGT en la popular barriada de Badalona. Dos años después, las viviendas son un espejismo y la desesperación y la impotencia de un centenar de familias, cada vez mayor."Es un drama. Lo teníamos todo pagado. Vimos los planos, la situación exacta del piso, los metros cuadrados de cada una de nuestras viviendas y sabíamos la ...

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"Me prometieron que las obras de mi vivienda terminarían a principios de este año. Y ya ve, ni un solo ladrillo". Juan Miguel López González es uno de los 98 cooperativistas que decidieron, en abril de 1991, apostar con los ojos cerrados por el plan de viviendas del sindicato UGT en la popular barriada de Badalona. Dos años después, las viviendas son un espejismo y la desesperación y la impotencia de un centenar de familias, cada vez mayor."Es un drama. Lo teníamos todo pagado. Vimos los planos, la situación exacta del piso, los metros cuadrados de cada una de nuestras viviendas y sabíamos la fecha de finalización de las obras. Todo era normal" señala Juan Miguel López, que paga cada mes 52.000 pesetas por una vivienda de alquiler en una barriada próxima a Barcelona. "Muchas familias" agrega, "lo han invertido todo en este proyecto de UGT para dejar de vivir en viviendas que sólo verlas asustan". Y añade: "Ahora muchos no podemos dormir, pasamos noches en vela pensando en lo que va a pasar".

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A pocos días de finalizar el año, el proyecto se ha derrumba do como un castillo de naipes. Ni un trabaja dor, ni una vivienda, ni una grúa han llega do a verse en Badalona. Pese a esta situación, el pasado mes de octubre aún se insistía a los cooperativistas desde la dirección de UGT en Cataluña que las viviendas iban a iniciarse "inmediatamente". "Nos prometían que las obras empezarían rápidamente pero cada vez veíamos que la situación era insostenible". Al final, se ha optado por la vía judicial como la única oportunidad para re cuperar todo el dinero invertido, que asciende en total a unos 300 millones de pesetas entre todos los cooperativistas.

"Tenemos una sensación inmensa de impotencia. Lo único que nos queda ahora es recuperar algún día el dinero" añade Juan Miguel López, que no está afiliado al sindicato UGT y que ya ha pagado tres millones por su vivienda y tiene mas de un millón en letras. "No puedo explicarmelo" añade, "hemos cumplido a rajatabla todas las condiciones que nos exigió UGT y su cooperativa PSV. Ahora nos vemos absolutamente desamparados, incluso el abogado nos ha expresado las dificultades con las que vamos a encontrarnos". "Si en un sistema democrático un sindicato como UGT puede llegar a provocar una situación como ésta, que afecta a más de 20.000 personas, qué es lo que no puede hacerse en este país". Y añade: "Creo que sería un gesto honrado que se produjeran dimisiones en la dirección del sindicato".

La situación entre los cooperativistas se hace cada vez más tensa. "Es muy duro admitirlo pero temo que en próximas movilizaciones pueda producirse una escalada violenta" dice Juan Miguel López.

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