La Babel musical se reúne para grabar un disco de fusión étnica

Flamencos, africanos y británicos trabajan estos días en Madrid

Músicos de diferentes nacionalidades (españoles, malineses, británicos), etnias (gitana, mandinga) e idiomas (español, inglés, francés, bambara) trabajan juntos estos días en Madrid. El objetivo: grabar la segunda parte del disco Songhai, uno de los proyectos de fusión musical más ambiciosos y de mayor repercusión en el extranjero desde que, en 1989, apareció el primer volumen. Músicos como Ketama, José Soto y Toumani Diabate, el productor Joe Boyd y la experta en música étnica Lucy Durán conviven en un estudio de grabación convertido en una nueva Babel, con el ánimo llegar a un entendimiento ...

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Músicos de diferentes nacionalidades (españoles, malineses, británicos), etnias (gitana, mandinga) e idiomas (español, inglés, francés, bambara) trabajan juntos estos días en Madrid. El objetivo: grabar la segunda parte del disco Songhai, uno de los proyectos de fusión musical más ambiciosos y de mayor repercusión en el extranjero desde que, en 1989, apareció el primer volumen. Músicos como Ketama, José Soto y Toumani Diabate, el productor Joe Boyd y la experta en música étnica Lucy Durán conviven en un estudio de grabación convertido en una nueva Babel, con el ánimo llegar a un entendimiento artístico.

"El primer Songhai fue una experiencia muy bonita", dice Juan Carmona, de Ketama. "Este tipo de trabajos son menos perfeccionistas que cuando grabas con tu grupo, pero te airea la cabeza y cambias un poco". Songhai, nombre por el que se conocía en África a la corte del imperio mandinga, se publicó en 1989, con Ketama (entonces con José Soto en la formación), el malinés Toumani Diabate y el británico Danny Thompson. El impacto de este disco en el mundo anglosajón fue tal que mereció el galardón de Mejor Trabajo de Músicas del Mundo en revistas como New Musical Express (por encima del Bamboleo de los Gipsy Kings) y Folk Roots, amén de considerables cifras de ventas en todo el mundo

Familia de 'griots'

En Songhai II repiten Ketama, José Soto (hoy desgajado del grupo) y Toumani Diabate. El contrabajista Danny Thompson ha sido sustituido por Javier Colina y se han agregado Kelitigui Diabate (balafón) y Bassekou Kouyate (nguni), ambos de Malí. "Nos entendemos con el corazón, con la lengua que hablan los instrumentos", dice Toumani Diabate, uno de los mejores intérpretes de kora (instrumento tradicional de Malí). Descendiente de una familia de griots (encargados de transmitir oralmente la cultura mandinga), Diabate vive en Bamako con su mujer y sus dos hijos, donde se dedica a la enseñanza de la kora. "Nunca abandonaré Malí, debo continuar la tradición griot ", afirma. "Los jóvenes se interesan por la kora, aunque la mitad del cuerpo diplomático de Bamako también asiste a mis clases".El método de trabajo en Songhai II es sencillo: "Ketama aporta cuatro composiciones, Toumani otras tantas, y José Soto, dos. Traemos los esquemas y lo vamos haciendo en el estudio", dice Antonio Carmona, de Ketama. "Mi parte es la más ortodoxa", continúa José Soto. "Hago una bulería y una soleá muy añeja: 'Tengo un madrimoñero,/ se lo voy a poner a mi niña/ en el sombrero'. Como las que cantaba Mairena".

Joe Boyd, el productor, es un personaje esencial en el proyecto. Sus trabajos con The Incredible String Band, REM, 10.000 Maniacs y Richard Thompson avalan una carrera de 30 años. "Pienso que Toumani y José Miguel Carmona son dos grandes talentos jóvenes. José Soto es un músico que tiene el corazón en la tradición del flamenco melódico, no de los cantaores duros como Camarón, demasiado agresivo para los extranjeros". Y Boyd se muestra como un amplio conocedor del flamenco cuando habla de Marchena como sensibilidad melódica. Este trabajo, entre el anterior con el búlgaro Ivo Papasov y el futuro con Kate y Anne McGarrigle, centra la vocación de Boyd: "Prefiero trabajar con músicos con raíces. Algunos estudiantes de arte de Londres que apenas saben tocar la guitarra pueden ofrecer cosas buenas, pero lo mejor es el músico de familia, con la tradición de una cultura muy fuerte".

A su lado, Lucy Durán es una respetada experta en músicas étnicas. Directora de la School of Oriental and African Arts, de Londres, anda por el estudio con su micrófono de la BBC en la mano, realizando un reportaje para la radio británica. "Songhai es un verdadero encuentro entre dos culturas con un fondo común. Todo es tan natural que casi no puede hablarse de fusión, porque es la misma música. Todas las fusiones al uso se basan en un personaje dominante que coge de otras músicas para alimentar su creatividad, y se convierten en explotación. No es el caso de Songhai. Bassekou Kouyate jamás ha escuchado otra música que la suya, pero cuando se introduce en el flamenco parece que lo conoce desde siempre".

Rápidas y con buen humor

El promotor español del disco, Mario Pacheco, afirma que "él primer Songhai proyectó el flamenco y a Ketama fuera de España. Gustó a gente de diferentes países y orígenes, cualidad que se encuentra en muy pocos trabajos". Songhai II lleva tres días de grabación y le quedan otros tantos. Las sesiones son rápidas, sin apenas repeticiones, y con buen humor. "Esto es un chiste", dice José Miguel Carmona. "Todos chapurreando en español, inglés, francés, bambara... La otra noche, después de un día muy duro, le dijimos a Toumani que trabajase una falseta [Improvisación flamenca], que en su idioma significa 'el pie del burro'. Empezamos a reír y no paramos. Hay buenas vibraciones, es un disco casi en directo y sale muy caliente". Por una vez, Babel parece que sirve para la unión de culturas musicales, cuyo resultado podrá escucharse el próximo mes de marzo, cuando Songhai II se publique en todo el mundo.

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