El Prado compra un desconocido 'cuaderno italiano' de Goya

El documento expuesto en el museo tiene dibujos y anotaciones del pintor

"Me casé el dia beinticinco de Julio del año de 1773, y era Domingo"; en el reverso, un dibujo a sanguina de santa Bárbara. Son las dos páginas abiertas al público del cuaderno italiano de Goya, presentado por primera vez en la exposición Goya. El capricho y la invención, en las salas temporales del Prado. El museo lo acaba de comprar por 110 millones de pesetas. En febrero lo expondrá junto con el facsímile y una edición crítica que preparan Juliet Wilson-Bareau y Manuela Mena, comisaria y organizadora de la muestra, respectivamente.

El cuaderno de notas que compró Goya durante su viaj...

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"Me casé el dia beinticinco de Julio del año de 1773, y era Domingo"; en el reverso, un dibujo a sanguina de santa Bárbara. Son las dos páginas abiertas al público del cuaderno italiano de Goya, presentado por primera vez en la exposición Goya. El capricho y la invención, en las salas temporales del Prado. El museo lo acaba de comprar por 110 millones de pesetas. En febrero lo expondrá junto con el facsímile y una edición crítica que preparan Juliet Wilson-Bareau y Manuela Mena, comisaria y organizadora de la muestra, respectivamente.

El cuaderno de notas que compró Goya durante su viaje a Italia, en el que fue recogiendo dibujos, apuntes de composición y anotaciones personales entre 1770 y 1785, ha permanecido dos siglos oculto, sin figurar en otros documentos o investigaciones. Los propietarios se pusieron en contacto hace cinco años con la casa de subastas Sotheby's y Peel Asociados, de Madrid, para que estudiara el documento. Los expertos certificaron sin lugar a dudas la mano del pintor, en sus dibujos y apuntes personales, que fue corroborado por los especialistas del Museo del Prado."Una familia española". José de Pas, consejero delegado de Sotheby's y Peel Asociados, sólo ofrece esta pista para referirse a los propietarios del cuaderno italiano de Goya, que desconocían entonces el valor del documento. Encontraron el volumen en la biblioteca que habían heredado desde sucesivas generaciones. Tanto los propietarios como la firma de subastas decidieron hacer una oferta al Prado, cuyo patronato aprobó la adquisición en junio y la decisión definitiva en septiembre. Hace unas semanas se firmaron los documentos y el pago de 110 millones de pesetas, tras alguna contraoferta y rebaja. "El precio es justo y razonable", dice José de Pas; "es una cifra correcta", señala Manuela Mena, subdirectora del museo.

Primer hijo

El cuaderno, en papel italiano, tiene 83 hojas conservadas (de 18,6 por 12,8 centímetros), cosidas y encuadernadas con una cubierta de pergamino (de 19,5 por 13,5 centímetros). Los dibujos y anotaciones pertenecen al Goya juvenil que viaja a Italia en fecha desconocida y regresa en los últimos días de junio de 1771. Hasta finales de los años setenta fue registrando como en una agenda acontecimientos personales, como el nacimiento de sus hijos y traslados de la familia. De esta forma se ha conocido la existencia de su primer hijo (bautizado como Antonio, Juan Ramón y Carlos) nacido en Zaragoza el 29 de agosto de 1774, cuyo padrino fue el escultor Carlos Salas.La historiadora de arte británica Juliet Wilson-Bareau ha sido la primera en analizar el manuscrito, con motivo de la organización de la exposición Goya. El capricho y la invención, abierta hasta el 15 de febrero en las salas temporales del Prado. El cuaderno abre la muestra junto a las obras que pintó a su regreso a España (Anibal vencedor, Santa Bárbara, La Virgen del Pilar y La muerte de san Francisco Javier), cuyos dibujos aparecen en el cuaderno, asi como otros bocetos y apuntes realizados durante su viaje por Italia.

"El cuaderno tiene una gran fuerza en sí mismo y muy importante por lo que pueda aportar al conocimiento de Goya. Sus dibujos son de un artista muy joven, hechos con mucha fuerza, pero se puede ver el mismo toque que en los álbumes del final de su vida, en los que sólo hacía dibujos", declara Wilson-Bareau, quien prepara junto con Manuela Mena la edición crítica, que aparecerá el próximo año.

"Es un punto de referencia clave sobre el que se asienta la primera etapa juvenil del pintor", dice Manuela Mena, con un primer conocimiento de lo que vio en Italia, sobre todo la influencia de la antigüedad clásica. "En esta obra curiosa y bonita registra también la vida".

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