Salario de papel

Reciclar el papel es una iniciativa novedosa; reciclar a quien lo recoge, más. Eso es lo que pretende el sindicato UGT con su iniciativa Recupera Madrid. Este sello figura en unos 300 contenedores de papel repartidos por oficinas de la ciudad. Una docena de ciudadanos que cobran el salario de pobreza se encargan de recogerlo y clasificarlo en lo que pretende ser el embrión de una empresa de servicios que sirva para integrar a los más desfavorecidos, sean payos o gitanos.Dos mujeres se afanan entre los montones de libros y cartones que llenan el almacén de Villaverde. "A mí m...

Reciclar el papel es una iniciativa novedosa; reciclar a quien lo recoge, más. Eso es lo que pretende el sindicato UGT con su iniciativa Recupera Madrid. Este sello figura en unos 300 contenedores de papel repartidos por oficinas de la ciudad. Una docena de ciudadanos que cobran el salario de pobreza se encargan de recogerlo y clasificarlo en lo que pretende ser el embrión de una empresa de servicios que sirva para integrar a los más desfavorecidos, sean payos o gitanos.Dos mujeres se afanan entre los montones de libros y cartones que llenan el almacén de Villaverde. "A mí me gustaría ser secretaria o maestra, porque dicen que son las que mejor viven", bromea Carmen Pérez. Tiene 32 años, una hija y muchas ganas de tener, también, futuro. "Intento que esto del papel sea mi porvenir", dice.

Carmen ha trabajado de peluquera, limpiadora... "De todo un poco", hasta que su marido y ella se quedaron sin nada que hacer. Ahora cobra 46.100 pesetas mensuales del ingreso madrileño de integración (IMI). Redondea este salario de pobreza con las 15.000 pesetas que le pagan al mes en Recupera Madrid por 16 horas de trabajo semanal. Además, se siente útil.

Lo mismo le ocurre a Ángeles Zamora, de 23 años, benjamina del proyecto y ex dependienta de juguetería. "Tengo dos hijos y estoy separada. Al principio todo era muy negro. Ahora ya veo un poco de luz, porque en mi situación es muy dificil encontrar trabajo, sobre todo por los niños", dice.

Ángeles cobra 51.800 pesetas de ayuda pública. Con eso y con las 15.000 del papel logra pagar justo el piso de Villaverde (66.000 pesetas). La ayuda de su familia y de su marido (albañil, no siempre con trabajo) contribuyen a solventar el resto de las necesidades. "Algunas personas que necesitan el IMI no van a pedirlo por orgullo. Pero cuando se tienen hijos te comes el orgullo. Hago cualquier cosa", explica.

Carmen, Ángeles y sus 10 compañeros de trabajo (ocho hombres, pero todos del barrio de Villaverde) procesan más de 2.000 kilos diarios de papel. Cada poco salen a buscar el papel con la furgoneta. Tienen los contenedores instalados en la mayoría de la consejerías del Gobierno regional, colegios, instituciones y empresas. "Nos han dado una respuesta muy solidaria y ahora tenemos más demanda de la que podemos absorber, porque nos faltan medios", explica Juan Antonio Posadas, responsable de medio ambiente de UGT Madrid, uno de los padres de la idea.

Recupera Madrid vende luego papel y cartón a la empresa Carpa, filial de Papelera Peninsular. La iniciativa, en marcha desde el pasado mes de febrero, aún no es rentable. Funciona con los 17 millones de pesetas de subvención de la Consejería de Integración Social. "Si se nos acaba la ayuda, será el fin. El precio del papel no da para vivir", señala Posadas. La estrategia para conseguirlo es cobrar el servicio de recogida y, en el futuro, crear una empresa sólida destinada a los mismos trabajadores de ahora.

"Esta iniciativa busca sobre todo integrar a las personas, darles hábitos de trabajo. También tiene una función ecológica, porque sólo en Madrid capital se tiran más de 400 millones de kilos de papel al año y se recupera el 30% como mucho", dice Posadas.