'Los Albertos' sólo venderán suelo en Valdemingómez si gestionan el basurero

La empresa que gestiona el vertedero de Valdemingómez (Vertresa, sociedad controlada por Alberto Cortina y Alberto Alcocer) afirma que sólo formalizará la venta de las 67 hectáreas de terreno para ampliar el basurero si un pleno del Ayuntamiento aprueba la concesión de la contrata por otros 10 años. Aunque Vertresa afirma que ofreció ceder el suelo gratis, el Ayuntamiento niega conocer esa posibilidad.

Los concejales de Medio Ambiente y Limpieza, Esperanza Aguirre y Luis Molina, dicen que desconocen esa oferta. Molina se remite al expediente (le compra y afirma que no existe ninguna con...

La empresa que gestiona el vertedero de Valdemingómez (Vertresa, sociedad controlada por Alberto Cortina y Alberto Alcocer) afirma que sólo formalizará la venta de las 67 hectáreas de terreno para ampliar el basurero si un pleno del Ayuntamiento aprueba la concesión de la contrata por otros 10 años. Aunque Vertresa afirma que ofreció ceder el suelo gratis, el Ayuntamiento niega conocer esa posibilidad.

Los concejales de Medio Ambiente y Limpieza, Esperanza Aguirre y Luis Molina, dicen que desconocen esa oferta. Molina se remite al expediente (le compra y afirma que no existe ninguna condición por parte de Vertresa para vender los terrenos. "En caso de que supediten la adquisición a la contrata, el Ayuntamiento actuaría en consecuencia", señala Molina, quien rehúsa explicar qué medidas se tomarían. "Ese suelo es el lugar ideal para ampliar el vertedero y el precio es razonable", dice Molina.La empresa había señalado un coste de 1.850 pesetas el metro cuadrado, pero un informe de Gerencia de Urbanismo rebajó esa cifra a 900 pesetas el metro. Finalmente, se llegó a un acuerdo para comprar a 1.500 el metro. "Los técnicos de Urbanismo valoraron los terrenos como si se fuesen a expropiar", explica Molina. "No se ha hecho así porque la expropiación implica un proceso muy largo y al final hubiese resultado más costoso", añade.

Contrata por uso

Los terrenos donde van a parar las basuras de los madrileños (110 hectáreas) son propiedad de Fomento de Construcciones y Contratas (que pertenece a las hermanas Koplomitz, ex esposas de los Albertos), que cedió el uso al Ayuntamiento en 1977 a cambio de una contrata de recogida de basuras. Vertresa pretendía, según su portavoz, José Luis García de Lozoya, llegar a un acuerdo similar con el Ayuntamiento. Ceder el suelo (67 hectáreas vecinas junto al actual vertedero) con la contrapartida del negocio basurero. García de Lozoya explica que para su empresa "no tiene sentido" vender o ceder los terrenos si no va a seguir gestionando el basurero porque su negocio no es el inmobiliario sino el tratamiento de residuos. El vertedero de Valdemingómez (en el que trabajan unas 100 personas) dispone de espacio para admitir desperdicios durante un año más, según cálculos de la propia empresa. Por esa razón estiman que la ampliación del basurero corre prisa. La contrata de Vertresa está vigente, según fuentes municipales, "hasta la saturación del vertedero", que se preveía para 1997.Acondicionar las 67 hectáreas que pretende comprar el Ayuntamiento costaría -también son datos de Vertresa- 800 millones de pesetas. Aunque estaba previsto aprobar ese gasto en septiembre, se llevó a la comisión informativa del mes pasado pero finalmente no se discutió. Molina aduce que es normal que se retiren temas de las comisiones.

El grupo municipal socialista anunció ayer que pedirá una comisión de investigación que indague la venta de los terrenos de Valdemingómez, las reiteradas denuncias irregulares de vertidos y la subida del canon que el Ayuntamiento paga a Vertresa.

Mientras tanto, el Ayuntamiento como la empresa concesionaria aseguran que el año pasado Vertresa facturó al Ayuntamiento 1.040 millones de pesetas, el PSOE sube la cifra hasta 1.653 millones. Este año, según el grupo de la oposición, Vertresa cobrará 527 millones más. Vertresa en cambio señala que está previsto facturar 938 (102 menos que el año pasado) debido a que en el vertedero entran menos toneladas de basura porque parte de los desechos van a una planta de reciclado.