Los proveedores piden que VW garantice 10 años de trabajo para entrar en el parque de Zona Franca

El futuro de las instalaciones de Seat en Zona Franca parece cada día más incierto. Tras la decisión de Volkswagen (VW) de dejar de producir coches en esta factoría y reducir 8.000 empleos, el presidente del Gremio de Fabricantes de Equipos, Accesorios y Recambios para la Automoción (FARA), Antonio García Domingo, rechazó ayer la propuesta del consorcio alemán de convertir la fábrica en un centro de proveedores. García Domingo dijo que los proveedores no están dispuestos a participar en este proyecto, "que tendría muchos inconvenientes". Con todo, añadió que para entrar en él sería necesar...

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El futuro de las instalaciones de Seat en Zona Franca parece cada día más incierto. Tras la decisión de Volkswagen (VW) de dejar de producir coches en esta factoría y reducir 8.000 empleos, el presidente del Gremio de Fabricantes de Equipos, Accesorios y Recambios para la Automoción (FARA), Antonio García Domingo, rechazó ayer la propuesta del consorcio alemán de convertir la fábrica en un centro de proveedores. García Domingo dijo que los proveedores no están dispuestos a participar en este proyecto, "que tendría muchos inconvenientes". Con todo, añadió que para entrar en él sería necesario "que Volkswagen diera garantías de contratos por 5 o 10 años". Los sindicatos también se oponen a convertir la fábrica en un parque de proveedores. CC OO, UGT y CGT han amenazado con movilizaciones si la empresa cierra la fábrica.

El presidente del gremio de proveedores dijo en la presentación del salón de componentes Expomóvil que las instalaciones de Zona Franca "están obsoletas". García Domingo cree que sería muy difícil transportar los componentes desde Zona Franca a la nueva fábrica de Martorell (situada a unos 25 kilómetros). "Si los componentes fueran para Alemania, esta ubicación [Zona Franca] sería la mejor comunicada debido al ferrocarril y el puerto". Agregó que "lo mejor sería agrupar a las empresas auxiliares en torno a la fábrica de Martorell o Abrera (Barcelona), donde ya están instalados dos centenares de proveedores".

Reunión con el embajador

A juicio de García Domingo, los mayores problemas que supondrá el cierre de Zona Franca son los "pobres obreros" de esa fábrica, de los que dijo que es muy difícil que pasen a otras empresas porque su edad es alta. Datos de Seat señalan que la plantilla de Zona Franca ronda los 50 años de edad media y la de Martorell, los 37 años. García Domingo recordó que en la nueva fábrica de Martorell existen contratos temporales y opinó que "con contratos temporales se trabaja más".Por otra parte, una delegación de diputados y alcaldes socialistas se entrevistaron ayer con el embajador alemán en España, Herman Ruber. La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Manuela de Madre, manifestó que los miembros de la delegación expusieron al embajador la "catástrofe económica, social y familiar" que representaría el cierre de Zona Franca. En Barcelona, la dirección de Seat volvió reunirse ayer con representantes de la Generalitat. Mientras tanto, el pleno del Parlament de Catalunya rechazó una moción de Iniciativa per Catalunya en la que se proponía que el Gobierno catalán entrara en el accionariado de SEAT.

Sobre la situación de Seat, el presidente de Volkswagen, Ferdinand Piëch, manifestó ayer en Tokio que las medidas que adoptar en la fábrica de Seat en Zona Franca se concretarán en las próximas semanas.

VW ha reducido su plantilla en 13.000 personas en Alemania y la reducirá en otras 4.000 más hasta final de año. La plantilla del macrocentro de Wolfburg descendió de 121.000 a 108.000 personas y quedará - reducida a 104.000 a final de año. "La dirección nos ha dicho que la plantilla quedará en 100.000 personas a finales de 1994", dijo el presidente adjunto del comité de empresa, Bernd Sudhold.

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