Cartas al director

Jubilaciones

El Real Decreto-Ley 15/1993, de 17 de septiembre (BOE, número 226), permite a los docentes universitarios la posibilidad de retrasar su edad de jubilación hasta que las Cortes admitan, en su caso, las modificaciones introducidas en el proyecto de Ley de Actualización de la Ley de Reforma Universitaria, cuya aprobación quedó pendiente como consecuencia de la convocatoria de elecciones generales.Dicho proyecto de ley, cuya remisión de nuevo a las Cortes es propósito del Gobierno, permitirá que la jubilación forzosa de los profesores universitarios tenga lugar a los 70 años en lugar de a los 65, ...

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El Real Decreto-Ley 15/1993, de 17 de septiembre (BOE, número 226), permite a los docentes universitarios la posibilidad de retrasar su edad de jubilación hasta que las Cortes admitan, en su caso, las modificaciones introducidas en el proyecto de Ley de Actualización de la Ley de Reforma Universitaria, cuya aprobación quedó pendiente como consecuencia de la convocatoria de elecciones generales.Dicho proyecto de ley, cuya remisión de nuevo a las Cortes es propósito del Gobierno, permitirá que la jubilación forzosa de los profesores universitarios tenga lugar a los 70 años en lugar de a los 65, basándose, fundamentalmente, en "Ias especiales características de las funciones docente e investigadora". Idénticas tareas (muchos científicos, además de investigar, desarrollan una importante labor docente) son realizadas por otro colectivo de funcionarios que se encuentra equiparado, a efectos económicos, a los docentes de la Universidad: los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este olvido (?) gubernamental tiene una trascendencia mayor aún, habida cuenta de que en el CSIC, y al contrario que en la Universidad, no está contemplada una figura homóloga a la del profesor emérito, por lo que a los 65 años se ven abocados a la jubilación forzosa.

España, un país tradicionalmente alejado de la ciencia y que cuenta con un número de investigadores impropio de su potencial económico y cultural, difícilmente puede permitirse el despilfarro de desprenderse de los científicos que se encuentren en condiciones físicas y mentales adecuadas, aunque, visto lo visto, parece querer permitírselo. Las repetidas solicitudes en el sentido de extender la edad de jubilación a los científicos del CSIC han sido desoídas hasta el momento tanto por la presidencia del organismo como por el propio Ministerio de Educación y Ciencia.

Será que, Felipe González dixit, "¿los colectivos que más presionan son los que más consiguen?". No nos hagan perder el tiempo haciéndonos presionar. Aún es tiempo-

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Presidente de la Asociación de Personal de Investigación del CSIC.

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