Israel intenta paralizar la venta de misiles norcoreanos en Oriente Próximo

Washington no ha apreciado en absoluto la reciente iniciativa diplomática de Jerusalén hacia Pyongyang. Mientras que Estados Unidos se esfuerza en aislar internacionalmente a Corea del Norte, que desarrolla un arsenal nuclear, Israel ha entablado conversaciones con ese país, donde sobrevive uno de los últimos regímenes comunistas de la línea dura.Washington ha protestado ante el Gobierno israelí, donde se responde que los intereses vitales de Israel están en juego. La diplomacia de Israel quiere acercarse a Corea del Norte para detener la venta de misiles norcoreanos de largo alcance a Irán y ...

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Washington no ha apreciado en absoluto la reciente iniciativa diplomática de Jerusalén hacia Pyongyang. Mientras que Estados Unidos se esfuerza en aislar internacionalmente a Corea del Norte, que desarrolla un arsenal nuclear, Israel ha entablado conversaciones con ese país, donde sobrevive uno de los últimos regímenes comunistas de la línea dura.Washington ha protestado ante el Gobierno israelí, donde se responde que los intereses vitales de Israel están en juego. La diplomacia de Israel quiere acercarse a Corea del Norte para detener la venta de misiles norcoreanos de largo alcance a Irán y Siria, después de que el primer ministro israelí, Isaac Rabin, revelara que el pasado 8 de agosto llegaron a Siria, a bordo de aviones de transporte rusos, misiles Scuds C, con un alcance de 500 kilómetros. Con este tipo de misiles, más sofisticados y precisos que los Scuds lanzados por Sadam Husein sobre Tel Aviv durante la guerra del Golfo, los sirios pueden cubrir todo el territorio de Israel.

Los misiles destinados a Irán son del tipo Rodong 1, tienen un alcance de 1.000 kilómetros y pueden transportar cabezas nucleares. Según recientes declaraciones del presidente norteamericano, Bill Clinton, con estos misiles Irán podría bombardear Israel.

El director general adjunto del Ministerio israelí de Exteriores, Eytan Ben Tsur, se reunió, por tercera vez consecutiva, con altos funcionarios norcoreanos en Pekín la semana pasada. Esta tentativa de acercamiento entre ambos países no sólo ha inquietado a Washington sino también a Teherán, que ha llamado a su embajador en Pyongyang para discutir el asunto.

El Gobierno norcoreano espera que si mejoran sus relaciones con Israel, el lobby judío en Estados Unidos y otras fuerzas políticas estadounidenses proisraelíes podrían intervenir ante la Administración Clinton para reducir la campaña dirigida contra Corea del Norte.

En círculos próximos al, primer ministro Rabin reina el escepticismo sobre las posibilidades de la apertura israelí.

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