La estrategia del hambre

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La población guineana ha decidido plantar cara a Teodoro Obiang. Las detenciones indiscriminadas, que esta semana han seguido haciendo víctimas entre los opositores, no han animado a los potenciales votantes a presentarse a los funcionarios que recorren el país para elaborar un censo electoral. La falta de participación también ha hecho fracasar las elecciones primarias del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), liderado por el presidente. La consigna es resistir mientras Obiang no se pliegue a aceptar la supervisión de los expertos de la ONU y a reformar la ley electoral."La población ha obedecido las consignas de boicoteo con tanta disciplina que ha puesto en un difícil aprieto al Gobierno", dice Celestina Bacale, uno de los dirigentes del CPDS. "Se rumorea incluso que Obiang hará caso a las peticiones de España y aplazará las elecciones del 12 de septiembre", añade.

Bacale es uno de los 16 profesores que el pasado diciembre fueron expulsados de la enseñanza, subvencionada por la cooperación española, por su activismo. "En este país tan pobre, si uno no trabaja en la Administración, está condenado al paro", añade, al subrayar cómo los militantes de la oposición han sido objeto de despidos sistemáticos.

"Hay gente que ya no puede ni tenerse en pie por la malnutrición", añade Racale al lamentar las fallidas promesas de ayuda recibidas por España.

Tres partidos, además del PDGE, han roto el compromiso de boicoteo. Uno de ellos, la Coalición Liberal Democrática (CLD), forma parte del grupo de partidos satélites afines al Gobierno. Las claudicaciones de Unión Democrática Social (UDS) de Carmelo Modú y el Partido Liberal (PL) -una escisión del CLD- son el resultado de las tentadoras ofertas con las que Obiang intenta rematar, por medio de la compra, su estrategia del hambre contra los abstencionistas. Los tres grupos que han cedido son minoritarios frente a los tres grandes del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PPGE); la Convergencia Para la Democracia, Social (CPDS) y Unión Popular (UP) que integran, junto a otros once grupos, la Plataforma de Oposición Conjunta. "No ayudar a la oposición equivale a apoyar a la dictadura de Obiang" dice Tomás Mecheba, líder del Partido Socialista (PS) al subrayar su perplejidad frente a las contradicciones de la postura española: "Nos sentimos abandonados por España y confundidos por la actitud de algunos políticos que, oficialmente, nos prometen seguir presionando a Obiang, pero, a la vez, nos dan 'consejos personales' para que participemos en los comicios porque ello, dicen, supone un avance".