LA MAESTRANZA

Besos y abrazos

Cuando el alguacilillo le entregó la oreja a Juan Antonio Cobos, este, emocionado, se fundió con aquel en un abrazo interminable y le dejó la camisa blanca hecha unos zorros de sangre; a continuación se llevó el trofeo a los labio y le estampó un beso de época. Con la cara ensangrentada por la oreja, el novillero, con semblante de auténtica felicidad, inició una vuelta al ruedo que le sabría a gloria.No era para menos. Cobos dio una vuelta en la única actuación que tuvo el pasado año en la Maestranza y sólo le sirvió para torear otro festejo en toda la temporada. Este año volvió a Sevilla desp...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cuando el alguacilillo le entregó la oreja a Juan Antonio Cobos, este, emocionado, se fundió con aquel en un abrazo interminable y le dejó la camisa blanca hecha unos zorros de sangre; a continuación se llevó el trofeo a los labio y le estampó un beso de época. Con la cara ensangrentada por la oreja, el novillero, con semblante de auténtica felicidad, inició una vuelta al ruedo que le sabría a gloria.No era para menos. Cobos dio una vuelta en la única actuación que tuvo el pasado año en la Maestranza y sólo le sirvió para torear otro festejo en toda la temporada. Este año volvió a Sevilla después de participar en dos novilladas en una localidad sevillana. Quizá, por eso, llegó a la Maestranza a jugárselo todo, y de ahí su inmensa alegría al recibir la oreja aunque ahora se acuerde de él la mujer del alguacilillo.

Rojas / García, Puerto, Cobos

Novillos de Gabriel Rojas, (5º, sobrero, en sustitución de otro cojo), terciados, mansos y nobles.Juan Carlos García: pinchazo, estocada, descabello -aviso- y dobla el novillo (ovación); estocada baja y dos descabellos (vuelta). Víctor Puerto: pinchazo y descabello (ovación); estocada (petición y dos vueltas). Juan Antonio Cobos: estocada (oreja); media (vuelta). Plaza de la Maestranza, 4 de julio. Menos de media entrada.

Recibió a su primero con cuatro largas cambiadas, la primera en la puerta de chiqueros, se gustó en un quite por verónicas, banderilleó con altanera decisión, y logró una faena de muleta emocionante en la que destacó la ligazón entre muletazos templados y lentos con la mano derecha.

Lo intentó por la izquierda y se ganó una impresionante voltereta. A la hora de matar, se lanzó como un obús sobre el morrillo del animal. Logró un estoconazo hasta la mano y el novillo rodó sin puntilla. Su falta de experiencia la sustituyó por una ilusión desbordante. En el sexto, sin embargo, no pudo redondear su tarde. Reposado con el capote, emocionó con tres pares de banderillas muy ajustados, pero no se acopló al desigual juego del novillo en la muleta.

Oficio y experiencia

Juan Carlos García y Víctor Puerto tienen más oficio, se les nota la experiencia. Al primero de ellos le sobraron ánimo y decisión, pero su labor fue vulgar ante el encastado cuarto novillo, que lo desbordó en todo momento. Mejor estuvo con el capote, sobre todo en dos quites, por verónicas y chicuelinas, ejecutados con mucho gusto. En su primero, muy soso, hizo una faena larga y sólo consiguió brillar en unos naturales.A Víctor Puerto se le nota la suficiencia. Tan suficiente, que dice muy poco. En el quinto novillo de la tarde le pidieron la oreja y el presidente no la concedió. Había mayoría de pañuelos, es cierto, pero su labor fue sosa, superficial y plagada de altibajos. En el tercero, manso y blando, pasó desapercibido.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Sobre la firma

Archivado En