Crítica:FLAMENCO

A los altares

Seis o siete centenares de personas convirtieron el homenaje al Chato de la Isla en un emotivo acto de solidaridad con el cantaor. El Chato vivió una jornada que nunca olvidará. La nómina de actuantes fue de tal envergadura que citarlos a todos nos dejaría sin espacio para más, pero debemos dejar constancia de que el nivel artístico estuvo en consonancia con el factor humano, fue muy alto y en general se oyó excelente cante y excelente toque de guitarra.Los flamencos, una vez más, han dado prueba de su ejemplar compañerismo cuando se les requiere para una causa justa. El Chato, con 60 años de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Seis o siete centenares de personas convirtieron el homenaje al Chato de la Isla en un emotivo acto de solidaridad con el cantaor. El Chato vivió una jornada que nunca olvidará. La nómina de actuantes fue de tal envergadura que citarlos a todos nos dejaría sin espacio para más, pero debemos dejar constancia de que el nivel artístico estuvo en consonancia con el factor humano, fue muy alto y en general se oyó excelente cante y excelente toque de guitarra.Los flamencos, una vez más, han dado prueba de su ejemplar compañerismo cuando se les requiere para una causa justa. El Chato, con 60 años de presencia activa en el flamenco, merecía como pocos la apoteosis que para él fue esta noche de exaltación a los altares de la amistad y del arte.

Homenaje al Chato de la Isla

Fuenlabrada, Polideportivo Fernando Martín, 18 de junio.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En