España como mal ejemplo

El informe anual del Banco Internacional de Pagos comenzó a hacer menciones expresas a España el año pasado, para recomendarle flexibilidad laboral. Las referencias se han multiplicado este año, pero para poner a España como ejemplo de lo que no se debe hacer en el mercado de trabajo, salvo que se quiera alcanzar el récord de un 20% de parados.En sus conclusiones, el informe critica la fijación de salarios sin tener en cuenta la productividad, o la combinación de "elevados salarios y otros costes laborales, con una reducida movilidad de la mano de obra" porque "conceden a los que están emplead...

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El informe anual del Banco Internacional de Pagos comenzó a hacer menciones expresas a España el año pasado, para recomendarle flexibilidad laboral. Las referencias se han multiplicado este año, pero para poner a España como ejemplo de lo que no se debe hacer en el mercado de trabajo, salvo que se quiera alcanzar el récord de un 20% de parados.En sus conclusiones, el informe critica la fijación de salarios sin tener en cuenta la productividad, o la combinación de "elevados salarios y otros costes laborales, con una reducida movilidad de la mano de obra" porque "conceden a los que están empleados (a los que están dentro) una desproporcionada y prácticamente exclusiva influencia en la negociación salarial".

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Como ejemplo de dónde ocurren tales males, el informe cita a "España, donde los salarios reales continuaron creciendo el año pasado mientras se estacaba la producción y aumentaba la tasa de desempleo". En opinión del Banco de Pagos, "la inflexibilidad del mercado de trabajo mantiene el incremento de los salarios en España relativamente alto".

Por otra parte, el BIS destaca que los grandes bancos españoles superaron a los suizos en el rendimiento de sus activos, aunque estos últimos lograron mantener su rentabilidad.

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