EE UU quiere que Japón y Alemania se integren en el Consejo de la ONU

El Gobierno de Estados Unidos está decidido a ampliar la composición del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la inclusión de Japón y Alemania, dos de las grandes potencias económicas actuales, como miembros permanentes. Pero otros países de ese alto organismos y los representantes del Tercer Mundo discrepan de la idea.La embajadora norteamericana en la ONU, Madeleine Albright, ha declarado que, en contra de la opinión de antiguos Gobiernos de Estados Unidos, "la Administración de Bill Clinton cree que Japón y Alemania deberían ser miembros permanentes".

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El Gobierno de Estados Unidos está decidido a ampliar la composición del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la inclusión de Japón y Alemania, dos de las grandes potencias económicas actuales, como miembros permanentes. Pero otros países de ese alto organismos y los representantes del Tercer Mundo discrepan de la idea.La embajadora norteamericana en la ONU, Madeleine Albright, ha declarado que, en contra de la opinión de antiguos Gobiernos de Estados Unidos, "la Administración de Bill Clinton cree que Japón y Alemania deberían ser miembros permanentes".

El secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, está encargado de elaborar un informe al respecto de esta materia, sobre el que tendrá que decidir la próxima Asamblea General de la ONU, que se celebra en septiembre próximo.

Los principales opositores a la inclusión de Japón y Alemania son los dos países europeos que ahora mismo ocupan un sillón permanente en el Consejo de Seguridad, Francia y el Reino Unido. Estas dos naciones, cuyo poder económico e influencia internacional son inferiores a los de los dos aspirantes, objetan que la ampliación del máximo órgano ejecutivo de la ONU dificultaría la toma de decisiones.

En realidad, tanto Francia como el Reino Unido son conscientes de que su influencia se vería muy reducida si Alemania y Japón fueran miembros permanentes. Los otros dos países con derecho a veto, Rusia y China, tampoco consideran con muy buenos ojos la ampliación. El primero, porque vería aún más reducida su importancia, como potencia mundial, y el segundo, porque observa con preocupación el crecimiento de la influencia de Japón.

Los países del Tercer Mundo, que ahora sólo se ven representados en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de una forma rotatoria por periodos de dos años, creen que, si se decide la ampliación de ese organismo, habría que dar entrada también a otras naciones en vías de desarrollo que hoy son importantes potencias regionales.

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