FERIA DE SAN ISIDRO

Ortega Cano: "No me perdonan que sea feliz en mi vida privada"

José Ortega Cano, que al finalizar el festejo afirmaba encontrarse muy desmoralizado por el rechazo de un sector del público, no entendía las razones para las protestas: "Debe ser porque algunos no me perdonan que sea feliz en mi vida privada, porque en cuanto a mi actuación no era para tanto". El diestro añadía que este rechazo ya lo ha notado en otros cosos desde que inició relaciones con Rocío Jurado, "pero nunca tanto como aquí".Además, acusaba a ese sector del público de no tener paciencia: "Con el aire que hacía, era necesario poderle poco a poco a los toros, que no eran malos e incluso ...

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José Ortega Cano, que al finalizar el festejo afirmaba encontrarse muy desmoralizado por el rechazo de un sector del público, no entendía las razones para las protestas: "Debe ser porque algunos no me perdonan que sea feliz en mi vida privada, porque en cuanto a mi actuación no era para tanto". El diestro añadía que este rechazo ya lo ha notado en otros cosos desde que inició relaciones con Rocío Jurado, "pero nunca tanto como aquí".Además, acusaba a ese sector del público de no tener paciencia: "Con el aire que hacía, era necesario poderle poco a poco a los toros, que no eran malos e incluso en otras condiciones les habría cortado las orejas". El diestro, con escasas ganas de hablar, "ahora en caliente puedo decir alguna burrada", sí encontró el apoyo del público de la sombra que agradecía, "pero al final se contagiaron todos de los que mandan en esta plaza".

Espartaco decía encontrarse muy tranquilo y del público señalaba que él siempre lo respeta, "aunque hoy creo que fue duro conmigo en mi segundo toro", y añadir que ya está acostumbrado a la dureza de Madrid, "porque es el tributo a llevar tantos años arriba". A ese segundo, lo calificaba como uno de los toros más difíciles de su vida: "Un animal sin clase, peligrosísimo y que me quería coger por los dos pitones. Hubo un momento en el que no sabía por dónde meterle mano".

Tampoco le gustó su primero, "que era simplemente un poco menos malo", y en conjunto su actuación le pareció digna frente a una corrida "muy seria y difícil, dos cuestiones que tal vez no se supo ver en los tendidos, aunque yo sigo con mi idea de que el público tiene siempre razón".

Finito, por el contrario, se mostraba "encantado" con la afición de Madrid, una plaza en la que subraya que torea muy a gusto: "Por eso me entregué con mi lote, intentando el toreo puro, algo que dificultó siempre el aire". Al preguntarle por la enorme decisión que puso, infrecuente en él antes, admitía: "Mi carácter apático ya es historia, ahora intento ser artista y valiente, creo que estoy en el camino".

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