Piratas informáticos instalan falsos cajeros en Nueva York

Un nuevo tipo de delito que consiste en la instalación de cajeros automáticos falsos para averiguar datos informáticos secretos acaba de nacer en Estados Unidos. La policía está rastreando la pista de la banda de falsificadores que instalaron en un centro comercial de Connecticut una máquina de expedición de dinero, sin nombre de banco pero con todos los adhesivos de las redes que operan en este tipo de servicios, con la que han patentado el más innovador timo.Hasta que la máquina fue desmantelada por los propios delincuentes el pasado fin de semana, el grupo de falsificadores consiguió engaña...

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Un nuevo tipo de delito que consiste en la instalación de cajeros automáticos falsos para averiguar datos informáticos secretos acaba de nacer en Estados Unidos. La policía está rastreando la pista de la banda de falsificadores que instalaron en un centro comercial de Connecticut una máquina de expedición de dinero, sin nombre de banco pero con todos los adhesivos de las redes que operan en este tipo de servicios, con la que han patentado el más innovador timo.Hasta que la máquina fue desmantelada por los propios delincuentes el pasado fin de semana, el grupo de falsificadores consiguió engañar a varias decenas de usuarios que dieron a conocer sus números de tarjetas y códigos secretos ante lo que parecía un cajero automático perfectamente legal. El aparato sólo tenía un defecto, que devolvía las tarjetas de crédito sin permitir transacciones, por problemas técnicos temporales. Ni siquiera los trabajadores de las tiendas contiguas sospecharon del supuesto técnico de reparaciones que extraía datos del cajero a través de un ordenador portátil, y culpaba de los fallos de la máquina a las líneas telefónicas.

Poco después, el grupo de defraudadores comenzó a sacar provecho de su ingenio informático. Tras reproducir las cintas mágneticas de las tarjetas, un número indeterminado de individuos las empezó a utilizar en cajeros automáticos de Nueva York y Florida sin que nadie se percatara del fraude hasta el momento en que los desafortunados usuarios del falso cajero empezaron a recibir los extractos de sus cuentas bancarias.

De momento, se han denunciado extracciones ilegales de dinero por valor de 50.000 dólares, aunque la policía sospecha que la cifra aumentará a medida que vayan llegando más extractos bancarios. El. delito ha llamado la atención de las empresas especializadas en seguridad bancaria que tienen ante sí un nuevo punto de vulnerabilidad. Los cajeros automáticos están equipados con un decodificador que impide que conste el número secreto de los usuarios pero la falsa máquina descifró este código, una vez manipulada.

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