La casta Murube aleja a los toreros de moda

JUAN MORA, Los toros de Fermín Bohórquez que se lidian esta tarde llevaban un año apartados en la finca de Medina Sidonia (Cádiz). El ganadero había advertido incluso antes que eran toros de Madrid. Ahora han cuajado sus hechuras y seriedad; en la sangre llevan la casta Murube, que es excelente aval. El resultado de la combinación será un secreto hasta que salten al ruedo. Esta ganadería tiene dos premios al toro más bravo de San Isidro.

"Hay un 10% de los toros que sabemos que no van a fallar; el comportamiento del resto es unia incógnita", dice Fermín Bohórquez, hijo, el actual rejo n...

JUAN MORA, Los toros de Fermín Bohórquez que se lidian esta tarde llevaban un año apartados en la finca de Medina Sidonia (Cádiz). El ganadero había advertido incluso antes que eran toros de Madrid. Ahora han cuajado sus hechuras y seriedad; en la sangre llevan la casta Murube, que es excelente aval. El resultado de la combinación será un secreto hasta que salten al ruedo. Esta ganadería tiene dos premios al toro más bravo de San Isidro.

"Hay un 10% de los toros que sabemos que no van a fallar; el comportamiento del resto es unia incógnita", dice Fermín Bohórquez, hijo, el actual rejo neador, que se conoce la gana dería tanto como su padre. "Por eso es difícil cuajar un toro en Madrid, porque no todos, valen para Las Ventas. Ha de tener cualidades buenas, pero, además, ser bonito por que el torero se fía mucho de las hechuras; también tiene que ser grande, serio y con cara; luego, además, bravo. Encima de darse todas esas condiciones en un toro, no tiene que lastimarse en el traslado, ni en los desencajonamientos". Hubo dos años, 1952 y 1963 que todas las circunstancias confluyeron para que dos toros de Bohórquez recibieran el premio al más bravo de la feria. "Entonces se podía elegir mejor porque no se miraba la edad. Uno de aquellos toros tenía tress años y mi padre me ha ha blado de que en los años 70 se lidió uno con dos años en Las Ventas. El encaste Murube los hace crecer muy pronto, y enseguida adquieren robustez y se riedad. Un toro de tres años se mueve más que el de cinco, que es más pausado; hay erales que no se paran jamás y son tan grandes como toros. El hecho de que las fíguras rehúyan los toros de Bohórquez lo atribuye a que "hay toreros que se han acostumbrado a una embestida que les deje descansar y que se está poniendo de moda". Recuerda que los torearon figuras de antaño, como Manolete, Ordóñez o El Litri, "porque son toros nobles, pero con casta".Para esta tarde el ganadero ha elegido a conciencia las reses a lidiar: "Nunca vas a ciegas a Las Ventas. Por la estructura física de cada toro se puede conocer la calidad, la nobleza y las fuerzas que puedan tener".