Crítica:MÚSICA CLÁSICA

La cima del 'lied"

De tarde en tarde nos es dada una de las más altas experiencias musicales: escuchar los lieder de Hermann Prey, un artista para el que, de no existir, habría sido necesario inventar la palabra maestro.Prey frisa los 65 años y sin embargo su voz, una de las más hermosas en la historia del canto, permanece fresca y coloreada, su afinación es segura, su flato excelente y su estilo, sobrio y expresivo, rigurosamente magistral. Quienes deseen saber lo que es música de una manera honda y trascendente, deben escuchar a Hermann Prey, más aún si junto a él está un liederista del piano tan fuera ...

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De tarde en tarde nos es dada una de las más altas experiencias musicales: escuchar los lieder de Hermann Prey, un artista para el que, de no existir, habría sido necesario inventar la palabra maestro.Prey frisa los 65 años y sin embargo su voz, una de las más hermosas en la historia del canto, permanece fresca y coloreada, su afinación es segura, su flato excelente y su estilo, sobrio y expresivo, rigurosamente magistral. Quienes deseen saber lo que es música de una manera honda y trascendente, deben escuchar a Hermann Prey, más aún si junto a él está un liederista del piano tan fuera de serie como el sueco -norteamericano, Leonard Hokanson (Vinalhaven, 1931).

El arte de la interpretación es, en buena parte, el de la diferenciación, lo que en Prey se da en grado superlativo. Su monográfico Brahms pasó por los diversos mundos, desde los pequeños dramas concentrados e intensos que son las Romanzas de la bella Magelone, sobre Tieck y los Cantos bíblicos, hasta la lírica sustancial de un romanticismo que acababa, en los lieder amorosos o la gracia espontánea, hecha sabia por Brahms, de los lieder populares.

Ciclo Brahms de la fundación Cajamadrid

H. Prey, barítono, y L. Hokanson, piano. Obras de Brahms.Pianistas para Sornalia: A. Cano, S. Torán, R. Torres Pardo, I. Marín y J. M. Colom. Obras de Schumann, Schubert, Chopin, Brahms y Wagner.. Liszt. Auditorio Nacional. Madrid, 30 de abril.

La conmoción de la audiencia fue grande y tras el denso programa, Prey y su colaborador se despidieron conla célebre Nana, un gute nacht que desearíamos convertir en ¡hasta muy pronto! El arte de Hermann Prey y Leonard Hokanson no es de los que se ovacionan tan solo; se agradecen y se conservan en la rara memoria del sentimiento.

Un recital de triste motivación como el organizado por Médicos sin Fronteras para ayudar a quienes sufren en Somalia se tomó -honda injusticia entre mundos contrapuestos de vida- en el positivo, y por lo tanto alegre, desfile de cinco jóvenes pianistas españoles, cuatro madrileños y un catalán: Almudena Cano, Sylvia Torán, Rosa Torres-Pardo, Ignacio Marín y Josep María Colom.

Pianistas para Somalia

Bien conocidos todos, supieron llevarnos por los exigentes caminos de la gran música a través de Schumann, Schubert, Chopin, Brahms y Wagner-Liszt, entendidos a su manera por las distintas individualidades, ya definidas de estos cinco intérpretes. Su actuación colectiva, vale como un gesto: la solidaridad, la necesaria y urgente solidaridad preconizada por el presidente de Médicos Sin Fronteras en sus palabras de introducción.Así es que, en la medida que disfrutábamos de tanta belleza musical como son capaces de crear los cinco artistas escogidos, a las sensaciones estéticas, se añadía una cuota importante de remordimiento. Mientras sufren y mueren millones de seres, nuestra existencia es holgada y unos pocos países "más ricos" se reúnen para dirimir sus pequeños o grandes intereses. ¡Qué desasosiego!

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