César Rincon: "Cuando salga el toro olvidaré' los dolores"

El diestro colombiano César Rincón aún no ha podido olvidar a Pardillo, el quinto toro de las corrida del pasado lunes, perteneciente a la ganadería del Marqués de Domecq, que le propiné una monumental paliza de la que salió milagrosamente ileso. Sin heridas, pero con todo el cuerpo dolorido.En contra de la opinión del cirujano jefe de la plaza, doctor Ramón Vila, se levantó de la cama al mediodía del martes y en la mañana de ayer ya soñaba con el compromiso que tiene esta tarde en la plaza de la Real Maestranza: "Es evidente", dice el torero, "que no estoy al cien de cien. Tengo todo el cuerp...

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El diestro colombiano César Rincón aún no ha podido olvidar a Pardillo, el quinto toro de las corrida del pasado lunes, perteneciente a la ganadería del Marqués de Domecq, que le propiné una monumental paliza de la que salió milagrosamente ileso. Sin heridas, pero con todo el cuerpo dolorido.En contra de la opinión del cirujano jefe de la plaza, doctor Ramón Vila, se levantó de la cama al mediodía del martes y en la mañana de ayer ya soñaba con el compromiso que tiene esta tarde en la plaza de la Real Maestranza: "Es evidente", dice el torero, "que no estoy al cien de cien. Tengo todo el cuerpo golpeado, pero me encuentro bastante bien; de todos modos, cuando salga el toro, se me olvidará todo y sólo me preocupará el triunfo en Sevilla".

César Rincón afirma que estuvo muy cerca de una gran cornada cuando el animal lo zarandeó repetidas veces: "Era un toro muy fiero, con mucha raza, y quería hacer daño; afortunadamente, Dios me hizo el quite y permitió que hoy pueda contarlo".

El diestro colombiano asegura, por otra parte, que, al igual que el pasado lunes, saldrá esta tarde muy responsabilizado y dispuesto para el triunfo, aunque comprende que abrir la Puerta del Príncipe no es nada fácil: "No es imposible, pero parece que está muy cuesta arriba; pero yo he visto cómo la han abierto grandes figuras y no pierdo la ilusión por pasar por ella a hombros".

César Rincón está convencido, además, que, poco a poco, "voy entrando en Sevilla como torero, aunque ese objetivo es muy difícil". Y añade que aún no le ha tocado en suerte un toro que le permita torear a gusto: "Espero que esa oportunidad se me presente esta tarde, para que pueda torear como yo sé que gusta a esta afición tan entendida".

El torero analiza, finalmente, la polémica surgida a raíz de la oreja que le cortó al toro Pardillo. César Rincón tiene muy claro que se mereció el trofeo: "Sin duda alguna, fue una oreja merecida y muy trabajada; me entregué totalmente y creo que el conjunto de mi actuación fue muy positiva, y así lo reconoció la mayoría de la afición sevillana. Además, así se ha valorado en los distintos medios de comunicación".

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