CONVOCATORIA DE ELECCIONES ANTICIPADAS

González negó durante un año el adelantamiento de los comicios

Las reiteradas peticiones de adelantar las elecciones legislativas por parte de los partidos políticos y destacadas personalidades del mundo empresarial han llevado al presidente del Gobierno, Felipe González, a intervenir en numerosas ocasiones para desanconsejar su anticipación.En febrero de 1992, Felipe González declaró al diario The Times, que a pesar de ser éste el "año de las maravillas", los resultados de 1992 no serían capitalizados electoralmente con una disolución anticipada del Parlamento. Días después, afirmó en la revista española Panorama que no tenía intención de c...

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Las reiteradas peticiones de adelantar las elecciones legislativas por parte de los partidos políticos y destacadas personalidades del mundo empresarial han llevado al presidente del Gobierno, Felipe González, a intervenir en numerosas ocasiones para desanconsejar su anticipación.En febrero de 1992, Felipe González declaró al diario The Times, que a pesar de ser éste el "año de las maravillas", los resultados de 1992 no serían capitalizados electoralmente con una disolución anticipada del Parlamento. Días después, afirmó en la revista española Panorama que no tenía intención de convocar elecciones anticipadamente.

El pasado 17 de junio, al término del Consejo de Ministros, González reiteró que no adelantaría las elecciones y afirmó que aún no había decidido si encabezaría las listas del PSOE. Un mes más tarde, el presidente del Gobierno dejó claro ante el pleno del Congreso que, pese a los resultados adversos de la economía, no adelantaría la celebración de las elecciones para no enturbiar la ratificación, en otoño, del Tratado de Unión Europea.

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Situación delicada

En agosto, al término de su entrevista con el Rey en Palma de Mallorca, Gónzalez reconoció que España se encontraba en una "delicada" situación económica, con un crecimiento "muy modesto" y un entorno internacional sin perspectiva de mejora inmediata, lo cual desaconsejaba el adelanto de las elecciones.

Según varios ministros y parte de la Ejecutiva del partido, la actividad preelectoral del jefe de Gobierno durante los meses de octubre y noviembre no estaba relacionada con el adelanto de las elecciones, sino con la caída del PSOE en intención de voto. Las reiteradas negativas de González dejaban muy pocas dudas sobre el agotamiento de la legislatura. Todas las voces del PSOE y del Gobierno que abogaban por un adelanto coincidían, a finales de noviembre, en aceptar las tesis del presidente de llegar hasta octubre de 1993.

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El 23 enero de este año, tras la reunión del comité federal del partido, el secretario general del PSOE insistió en que las elecciones se convocarían el próximo otoño y advirtió del peligro de Ios Gobiernos débiles" que, a su juicio, se producirían de no obtener el PSOE la mayoría absoluta.

Un mes más tarde, el presidente del Gobierno reafirmó ante los empresarios convocados por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) la conveniencia de agotar la legislatura y celebrar las elecciones en otoño "con un mayor sosiego".

Pero el pasado sábado, tras la reunión de la comisión ejecutiva para solventar el caso Filesa, en la que se creó un comité de estrategia electoral, Felipe González insinuó la posibilidad de anticipar los comicios: "No voy a negar que llevo tiempo pensando en si debo o no adelantar las elecciones. Cuando madure esa decisión, la daré a conocer".

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