El accidente nuclear ocurrido en Siberia provocó un vertido de plutonio, a la atmosfera

Contradiciendo las primeras informaciones del Ministerio de Energía Atómica, la primera autoridad de Tomsk-7, la ciudad siberiana secreta donde se produjo el martes un accidente nuclear, aseguró ayer que el contenedor que estalló contenía medio kilo de plutonio. Y tras las primeras pruebas efectuadas sobre muestras recogidas en el terreno contaminado se determinó a última hora de ayer que algo de ese plutonio se vertió al medio ambiente, aunque "su cantidad no es considerable y no es peligroso, según declaraciones efectuadas a Itar-Tass por el portavoz del comité estatal para las situaciones d...

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Contradiciendo las primeras informaciones del Ministerio de Energía Atómica, la primera autoridad de Tomsk-7, la ciudad siberiana secreta donde se produjo el martes un accidente nuclear, aseguró ayer que el contenedor que estalló contenía medio kilo de plutonio. Y tras las primeras pruebas efectuadas sobre muestras recogidas en el terreno contaminado se determinó a última hora de ayer que algo de ese plutonio se vertió al medio ambiente, aunque "su cantidad no es considerable y no es peligroso, según declaraciones efectuadas a Itar-Tass por el portavoz del comité estatal para las situaciones de emergencia.

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La cuestión de si había o no plutonio en el contenedor que estalló ha sido precisamente la que más informaciones contradictorias ha generado. El Ministerio de Energía Atómica descartó en las horas posteriores al accidente que hubiera plutonio, mientras que el asesor presidencial para la salud y el medio ambiente, Alexéi Yáblokov, salió enseguida al paso para afirmar lo contrario. Esta polémica, ahora resuelta, era relevante porque el plutonio es un metal extremadamente venenoso que puede causar la muerte si es inhalado o ingerido en dosis mínimas. Las partículas radiactivas que emite no son capaces de atravesar una barrera como la piel humana, pero sí de agujerear los pulmones si penetra en ellos.Yuri Krasnov, presidente del sóviet de Tomsk-7, aseguró ayer a este diario en conversación telefónica que en el contenedor había "500 gramos de plutonio" y precisó que este dato había sido dado por los responsables de las distintas comisiones que están investigando el accidente en la reunión que mantuvieron el viernes con la prensa local. Una pequeña parte de esa enorme cantidad es la que ha sido detectada en las pruebas de laboratorio, aunque para establecer con precisión el volumen del vertido serán necesarios "más análisis", según el citado portavoz del comité de emergencia Krasnov mostró su esperanza de que la contaminación de los bosques por plutonio no sea excesiva. Esa esperanza la basa en su análisis de las causas del accidente, que se van aclarando poco a poco. Según su versión, el aumento de temperatura y presión que provocó el estallido del contenedor se debió a que al verter ácido nítrico en él no se realizó de manera adecuada la mezcla de esa sustancia con la disolución de sales de uranio y plutonio que había ya dentro. Esa deficiente mezcla le lleva a pensar que el plutonio permaneció en el fondo, lo que hace más difícil su dispersión y posterior salida al exterior por los sistemas de ventilación. El segundo fallo que llevó a la explosión es que la válvula de seguridad no estaba situada en la posición adecuada para aliviar la sobrepresión.

Para Krasnov es prematuro achacar plenamente a un error humano el origen del accidente, mientras que otros miembros de las comisiones investigadoras citados por el diario Rossiskaya Gazeta sí atribuyen a una "negligencia grave" la explosión, porque consideran que el trabajador que llevaba a cabo la operación "acortó el tiempo del proceso", lo que habría generado un exceso de gases que provocaron la sobrepresión, que a su vez llevó a la explosión al no funcionar adecuadamente la válvula de seguridad.

Trabajos lentos

Los trabajos en la instalación siniestrada avanzan con dificultad por el medio radiactivo en que deben desarrollarse y por los destrozos que causó la explosión. Ayer empezó a bombearse el líquido vertido en el interior, cuya cuantificación es básica para determinar con precisión cuánto salió al exterior. Pero lo más importante es analizar con exactitud su composición, para establecer qué cantidad de plutonio ha contaminado el medio ambiente.El área contaminada radiactivamente ha quedado establecida en 200 kilómetros cuadrados. Su forma es alargada, de unos 30 kilómetros por algo más de seis, debido a que las partículas salieron arrastradas por el viento y fueron depositadas a unos kilómetros de la instalación siniestrada por una nevada. La radiación en ella sigue entre los 35 y los 400 microroentgen por hora (el fondo natural en la zona se sitúa en torno a 10), con algunas manchas localizadas en que la contaminación es mayor.

Las brigadas de trabajo han empezado a trasladar nieve contaminada a zanjas que ya había abiertas en Tomsk-7 en previsión de que pudiera producirse un accidente como el del martes, explicó Krasnov.

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