Cartas al director

Madrid, ¿pilas, papel, vidrio ....?

Últimamente he constatado un fenómeno muy extendido entre mis amigos, familiares y conocidos. En muchos hogares madrileños existe una caja llena de pilas usadas, cuyos diligentes dueños no saben qué hacer con ella. Los comercios que en un tiempo se ofrecían a recogerlas se hallan igualmente despistados en cuanto adónde o a quién dirigirse para su recogida.No hace mucho que, después de recorrer un par de parroquias de mi barrio infructuosamente, acabé tirando en un contenedor callejero un montón de ropa, mucha de ella en muy buen estado.

Todas las semanas tiro a la basura kilos y kilos d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Últimamente he constatado un fenómeno muy extendido entre mis amigos, familiares y conocidos. En muchos hogares madrileños existe una caja llena de pilas usadas, cuyos diligentes dueños no saben qué hacer con ella. Los comercios que en un tiempo se ofrecían a recogerlas se hallan igualmente despistados en cuanto adónde o a quién dirigirse para su recogida.No hace mucho que, después de recorrer un par de parroquias de mi barrio infructuosamente, acabé tirando en un contenedor callejero un montón de ropa, mucha de ella en muy buen estado.

Todas las semanas tiro a la basura kilos y kilos de papel de periódicos y revistas.

He observado que hoy día, en la mayoría de los ayuntamientos españoles, incluidos algunos bien pequeños, se han organiza do sistemas de recogida selectiva y reciclado de basuras.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En mi barrio, del casco antiguo de la capital de España, lo único que sigue habiendo es proliferación descontrolada de basura por las calles y una anarquía extrema de vehículos aparcados en cualquier lugar, incluidas zonas peatonales.

Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

Todo ello produce una dolorosa sensación de abandono total por parte de las autoridades municipales a las que pagamos nuestros impuestos.

No entiendo qué pasa: la primera ciudad del país se ha convertido en el rincón más sucio, deteriorado y abandonado de entre el resto de los municipios españoles.

Ojalá esto cambie pronto... ¡Ya, por favor!

Archivado En