Alta tecnología manual

El actual sistema de recogida de basuras de Madrid conduce directamente al vertedero al 77% de las 3.600 toneladas de residuos que se generan diariamente en la ciudad. SI, por ejemplo, se depositaran en el Santiago Bernabéu, en un año alcanzarían los 200 metros de altura, formando una montaña casi tan alta como el pirulí de Torrespaña.La nueva planta de tratamiento integral de residuos, inaugurada ayer, intentará reducir el porcentaje de basura que llega al vertedero sin aprovechar. Así, de cada 100 kilos de basura que entren en la instalación, 39,5 se recuperarán para que vuelvan a ent...

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El actual sistema de recogida de basuras de Madrid conduce directamente al vertedero al 77% de las 3.600 toneladas de residuos que se generan diariamente en la ciudad. SI, por ejemplo, se depositaran en el Santiago Bernabéu, en un año alcanzarían los 200 metros de altura, formando una montaña casi tan alta como el pirulí de Torrespaña.La nueva planta de tratamiento integral de residuos, inaugurada ayer, intentará reducir el porcentaje de basura que llega al vertedero sin aprovechar. Así, de cada 100 kilos de basura que entren en la instalación, 39,5 se recuperarán para que vuelvan a entrar en el ciclo productivo. Es materia orgánica, vidrio, papel, alumnio y plástico. Otros 45,5 kilos se quemarán en la incineradora (cuando se acabe, dentro de dos años) y el resto, unos 15 kilos formados por grandes envases, se abandonarán en el vertedero.

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- Los camiones de basura descargan en dos grandes fosas capaces de almacenar 1.200 toneladas cada una. Una gran grúa va colocando los desechos en cuatro cintas trasportadoras.

Varios operarlos seleccionan manualmente los residuos más voluminosos (electrodomésticos, muebles, colchones...), el papel y el cartón.

- El resto pasa a cuatro tambores con agujeros de 10 centímetros de diámetro por los que debe deslizarse la materia orgánica. Ésta se traslada a las llamadas playas de fermentación.

- La materia orgánica permanece entre seis y ocho semanas fermentando hasta su transformación en abono. Después pasa por una última criba para eliminar los elementos extraños.

- El resto de la basura que no ha caído por los tambores se deposita en cuatro cintas. Los operarios, también a mano, separan los restos de vidrio, plásticos y alumnio, y unos imanes seleccionan el material metálico. Estos restos son embalados y enviados a los recicladores.

-Los desechos que no han sido separados caerán en el horno de la incineradora, cuando se termine su construcción. Hasta entonces, serán enviados al vertedero. La combustión producirá energía eléctrica para abastecer a la planta y aportar a la red.

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