Entrevista:

"España no quiere irse del Laboratorio Europeo de Física de Partículas"

España iniciará este mes las negociaciones con el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) para rebajar la cuota que paga, cuando su director general, Carlo Rubbia, visite Madrid a finales de febrero. "No queremos irnos del CERN", afirma Elías Fereres, secretario de Estado de Universidades e Investigación, "pero sí negociar lo que pagamos respecto a lo que obtenemos, tanto en el aspecto científico como en el industrial".Las declaraciones de Fereres se producen dos días después de que se hiciera pública, el pasado domingo, la carta de 14 premios Nobel de Física a Felipe González c...

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España iniciará este mes las negociaciones con el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) para rebajar la cuota que paga, cuando su director general, Carlo Rubbia, visite Madrid a finales de febrero. "No queremos irnos del CERN", afirma Elías Fereres, secretario de Estado de Universidades e Investigación, "pero sí negociar lo que pagamos respecto a lo que obtenemos, tanto en el aspecto científico como en el industrial".Las declaraciones de Fereres se producen dos días después de que se hiciera pública, el pasado domingo, la carta de 14 premios Nobel de Física a Felipe González contra el abandono por España de la propuesta de construir un acelerador del CERN (del tipo fábrica de taus) en su territorio. Una misiva que no ha sentado bien en los despachos. "Creo que el presidente González les contestará en el sentido de que lo que deben hacer es conseguir que sus respectivos Gobiernos apoyen el proyecto", comenta Fereres, para quien la retirada temporal de la fábrica de taus era lo único que se podía hacer, ante la falta de apoyo de los más importantes socios del CERN, al que pertenecen 17 países: "En otoño pasado hablamos con los representantes de Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Holanda y Suiza y dedujimos que en las actuales circunstancias económicas la propuesta aunque muy generosa por parte de España, no era viable".

Para este responsable de la política científica, la física de altas energías es algo ya tan caro que sólo se puede avanzar a través de un acuerdo mundial. "Si se recorta o se cancela el superacelerador de Estados Unidos y la crisis también afecta al CERN, tendrán que ponerse de acuerdo Estados Unidos y Europa sobre el paso siguiente a dar".

La retirada de la fábrica de taus no está relacionada, según Fereres, con la crisis actual en las relaciones entre España y el CERN, debida a la decisión unilateral del Gobierno español de reducir a un tercio la cuota de casi 5.000 millones de pesetas anuales: "Creo que será difícil no pagar al final lo que ya se debe (unos 7.000 millones), pero todo entrará en las negociaciones", comenta.

El hecho es que la muerte del proyecto ha dado lugar a la rápida reacción de dos de las autonomías que optaban a albergar el acelerador, Cataluña y Andalucía. Ambas han anunciado la construcción de máquinas de radiación sincrotrón, unos aceleradores que tienen múltiples usos en la ciencia y en la industria. El anuncio catalán, el más ambicioso, prevé destinar 11.000 millones de pesetas al proyecto dentro de un plan catalán de investigación.

Fereres afirma: "Vamos a evaluar nuestra posible participación en el sincrotrón catalán y luego decidiremos".

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