Cine de 'casquería'

La sociedad está girando sus ojos estos días hacia el cine violento, preguntándose qué parte de responsabilidad tiene en los comportamientos agresivos. Santiago Segura, uno de los directores de cine de la llamada generación mercromina, es autor de Evilio, un cortometraje en el que un psicópata sexual asesina a tres niñas. "Me gustaría que estas cosas sólo pasaran en la fantasía, no en la realidad. No hay nada más vejatorio y tremendo que una violación. Creo que tienen razón las mujeres que dicen contra violación, castración", afirma.En cuanto a la moda del ...

La sociedad está girando sus ojos estos días hacia el cine violento, preguntándose qué parte de responsabilidad tiene en los comportamientos agresivos. Santiago Segura, uno de los directores de cine de la llamada generación mercromina, es autor de Evilio, un cortometraje en el que un psicópata sexual asesina a tres niñas. "Me gustaría que estas cosas sólo pasaran en la fantasía, no en la realidad. No hay nada más vejatorio y tremendo que una violación. Creo que tienen razón las mujeres que dicen contra violación, castración", afirma.En cuanto a la moda del cine de casquería entre los jóvenes realizadores españoles, opina que no es nada nuevo. "Salvajadas ha habido en toda la historia del cine. El cine se hace reflejo de la reafidad, y lo cierto es que hay muchos maniacos". Segura no cree que el cine o la televisión tengan culpa de los comportamientos violentos ni que detrás de toda película sangrienta esté el cerebro retorcido de un director. "A mí me gustan las comedias de terror, me encanta provocar y asquear, pero si supiera que mis películas contribuyen a que haya más locos, las quemaría".

"Asistimos cada vez más a una semejanza de los crímenes de la vida real con los de las películas, algo nada extraño si tenemos en cuenta que repetimos los comportamientos que la televisión modela. La violencia en la televisión engendra violencia", subraya Dolores Avia, catedrática del departamento de Personalidad y Terapia de la Universidad Complutense. Pero añade que "es un error exagerar la incidencia real de casos como los ocurridos ahora. Es irresponsable transmitir la sensación de que algo imparable está sucediendo", informa Ángeles Espinosa.