La joya de la física

El famoso acelerador de partículas de 27 kilómetros de circunferencia (LEP), instalado en un túnel bajo la frontera franco-suiza, es la joya del CERN. Es el mejor del mundo y en él los físicos hacen los experimentos más avanzados para investigar los componentes elementales de la materia: una docena de partículas con las que parece estar formado todo el universo.Se trata de investigación básica, cuyo interés fundamental es el puro conocimiento de la naturaleza, y los científicos recuerdan siempre que también la electricidad era física sin aplicaciones cuando se descubrió. Un acelerador es como ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El famoso acelerador de partículas de 27 kilómetros de circunferencia (LEP), instalado en un túnel bajo la frontera franco-suiza, es la joya del CERN. Es el mejor del mundo y en él los físicos hacen los experimentos más avanzados para investigar los componentes elementales de la materia: una docena de partículas con las que parece estar formado todo el universo.Se trata de investigación básica, cuyo interés fundamental es el puro conocimiento de la naturaleza, y los científicos recuerdan siempre que también la electricidad era física sin aplicaciones cuando se descubrió. Un acelerador es como un enorme martillo para fragmentar partículas y ver de qué están compuestas. Las partículas se aceleran en el LEP hasta velocidades próximas a las de la luz, chocan y se crean componentes elementales que se registran con precisión en detectores.

Más información

Cuando los científicos pensaban que el átomo era el ladrillo último e indivisible de la materia, hacían física atómica. Al descubrir dentro del átomo un núcleo formado por neutrones y protones, entraron en la física nuclear. Aumentaron la energía, lograron partir los protones y neutrones y encontraron partículas más elementales: los quarks.

Archivado En