El cura que ocultó a dos etarras sale de prisión con un permiso

José Ramón Treviño, arcipreste de Irún (Guipúzcoa), condenado a tres años de cárcel por un delito de colaboración con ETA, ha salido a la calle durante siete días gracias a un permiso extraordinario que le ha sido concedido por el juez Ismael Moreno, titular del juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. El sacerdote abandona la cárcel donostiarra de Martutene durante el periodo comprendido entre el día 24 y el 31 próximo, según informaron fuentes penitenciarias.Treviño fue condenado por haber dado refugio en su parroquia a Ignacio Rekarte y Ángel Luis Galarza, miemb...

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José Ramón Treviño, arcipreste de Irún (Guipúzcoa), condenado a tres años de cárcel por un delito de colaboración con ETA, ha salido a la calle durante siete días gracias a un permiso extraordinario que le ha sido concedido por el juez Ismael Moreno, titular del juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. El sacerdote abandona la cárcel donostiarra de Martutene durante el periodo comprendido entre el día 24 y el 31 próximo, según informaron fuentes penitenciarias.Treviño fue condenado por haber dado refugio en su parroquia a Ignacio Rekarte y Ángel Luis Galarza, miembros del comando Mugarri, cuando regresaron al País Vasco después (le perpetrar el pasado 19 de febrero un atentado en Santander, en el que resultaron muertas tres personas. El obispo de San Sebastián José María Setién, y el vicario general de esa diócesis, José Antonio Pagola, apoyaron al sacerdote durante todo el proceso judicial.

Treviño solicitó al juez Ismael Moreno la concesión de un permiso extraordinario, ya que no tiene derecho a disfrutar de la libertad condicional porque todavía no ha cumplido la mitad de la condena que recae sobre él. En su petición, el arcipreste de Irún se basaba en "razones de índole pastoral", debido a que desea pasar las Navidades con sus feligreses, según las mismas fuentes informantes.

En el pasado mes de julio, el obispo Setién ya mostró su disposición para reincorporar a Treviño a su, puesto, pese a lo ocurrido. "Yo me alegraré", dijo, "cuando vuelva otra vez a su parroquia y reinicie sus actividades normales".

La Secretaría General de Asuntos Penitenciarios, tras conocer la petición formulada por el arcipreste ante el juez Moreno, decidió no oponerse a la concesión del permiso por creer que éste regresará a la prisión en la fecha en que éste concluya. Además, el Ministerio de Justicia ha tenido en cuenta la buena conducta observada por el recluso.

La Audiencia Nacional, al condenar a Treviño, le aplicó una eximente incompleta al considerar que vivió un conflicto personal sobre su deber de no dar alojamiento a dos etarras y su deber de socorrer a uno de ellos, del que era amigo. Por tal motivo, la pena le fue reducida a la mitad. La sentencia está recurrida por el fiscal y la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

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