El pacto en el Consorcio de Transportes suprime la compra de 200 autobuses y 39 vagones de metro

El Partido Popular, que gobierna la corporación municipal desde mayo de 1990, abrió el debate sobre su continuidad en el Consorcio Regional de Transportes porque entendía mal representado al Ayuntamiento en este organismo. Han pasado dos años y medio, y la discusión, que derivó económica, se dio por zanjada ayer a costa de un deterioro, ya palpable, en la calidad de los servicios: se reducen las inversiones, y eso signifíca, por ejemplo, que no se ampliará la flota de la ENIT con 200 nuevos autobuses ni se comprarán los'39 vagones de metro que estaba previsto haber adquirido en 1992.El Ayuntam...

El Partido Popular, que gobierna la corporación municipal desde mayo de 1990, abrió el debate sobre su continuidad en el Consorcio Regional de Transportes porque entendía mal representado al Ayuntamiento en este organismo. Han pasado dos años y medio, y la discusión, que derivó económica, se dio por zanjada ayer a costa de un deterioro, ya palpable, en la calidad de los servicios: se reducen las inversiones, y eso signifíca, por ejemplo, que no se ampliará la flota de la ENIT con 200 nuevos autobuses ni se comprarán los'39 vagones de metro que estaba previsto haber adquirido en 1992.El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid llegaron a un documento de consenso sobre sus relaciones en este consorcio que significará 3.656 millones de pesetas menos de inversiones en 1993, y sobre todo un re corte en 7.500 millones en los proyectos de 1992 en los dos transportes colectivos fundamentales de Madrid: Metro y EMT (Empresa Municipal de Transportes). Sumando flecos, la reducción prevista es de 13 millones.

Cuatro años más

El Ayuntamiento de Madrid continuará durante los próxi mos cuatro años en el Consor c o Regional de Transportes. Este es el punto clave del acuer do alcanzado y rubricado en la tarde de ayer, tras más de 23 reuniones entre el concejal de Circulación, José Antonio Gar cía Alarilla, y el consejero de Transportes, Julián Revenga. De nuevo, el gobierno muni cipal ha conseguido plasmar en el documento final muy pocas de sus exigencias de partida, aunque sí una básica: aportar menos dinero. El alcalde José María Alvarez del Manzano asílo adelantó antes de partir ayer en viaje oficial a Estocolmo.El Ayuntamiento se ha comprometido a resolver el total de su deuda antes de que termine 1993. La deuda y la aportación para 1993 suman 20.000 millones. Ya que en el presupuesto municipal se consignaron 16.700 millones, habrá que modificarlo para incorporar la diferencia.

El presupuesto para 1993, aprobado hace un mes en el Consorcio de Transportes, fijaba una aportación estatal de 25.000 millones (25 pesetas de subvención por viaje), 21.000 millones de la Comunidad y 16.656 millones del Ayuntamiento.

El Gobierno regional desglosaba su asignación en 16.656 millones para Metro yEMT y 5.000 para favorecer el transporte interregional.

El acuerdo suscrito ayer -permite al municipio rebajar aquella partida en 3.656 millones. La Comunidad, sin embargo, no recortará paralelamente su aportación, sino que la dirigirá en otra dirección a la programada. Para Madrid, en la zona A (Metro y EMT), la Comunidad entregará la misma cantidad que el Ayuntamiento: 13.000 millones. El resto (3.656 millones) se dedicará a construir infraestructuras para el transporte, sobre todo interurbano. En próximos ejercicios, si las partes no se ponen de acuerdo, el presupuesto se incrementará como máximo sobre el índice de precios al consumo.

Entre los flecos del acuerdoha quedado colgando un punto en apariencia anecdótico, que puede provocar de nuevo el debate el año que viene. El Ayuntamiento adquiere el compromiso de continuar en este organismo cuatro años, pero a cambio de reestructurar la composición ' actual del Consejo de Administración del Consorcio. Este consejo, cuya formación viene definida por una ley ratificada en la Asamblea regional, se compone de políticos de las tres administraciones (Estado, Comunidad y Ayuntamiento) y también de organizaciones de consumidores, patronales del sector, sindicatos y otros municipios.Los perjudicados por este acuerdo entre el Ayuntamiento y la Comunidad son ya los usuarios del transporte colectivo. En 1993 se reducirán las inversiones en 3.656 millones sobre las preparadas en el contrato-programa. Revenga juzga así la "minorización" (es decir, el ir a menos) de las inversiones: "Algunas de ellas son necesarias, pero no urgentes". Tanto él como García Alarilla creen que el sistema no se va a degradar en el largo plazo.

Pero el deterioro ya se ha dejado notar este año. En 1992 no se han ejecutado 18 proyectos (15 para el Metro y tres en la EMT) que suponen una inversión de 7.500 millones.

En el Metro se han dejado de comprar 39 unidades, que, según sus responsables, completarían las necesidades de la prolongación de la línea 1 (Plaza de Castilla-Portazgo) y mejorarían la capacidad de otras líneas con mejores y más modemos coches. "El pedido está hecho, y lo que vamos a hacer es retrasar el ritmo de entrega y de pago", explicó un portavoz.

Eran "básicas"

Tomás Burgaleta, director gerente de la EMT, señaló que las tres grandes inversiones paralizadas en 1992 son básicas y,por tanto, no deberían sufrir el recorte en el próximo ejercicio. Burgaleta entiende que los 200 nuevos autobuses servirían para aumentar la flota actual (1.777) hasta 2.000 unidades, reducir las frecuencias de pasó y mejorar indirectamente los problemas del tráfico.El depósito de la avenida de Sepúlveda supone dotar de una infraestructura imprescindible a la zona sur (barrios cercanos a la carretera de Extremadura) y acortar el tiempo de salida y entrada de muchos autobuses. El sistema telemático de ayuda a la explotación favorecería la descongestión del tráfico y la seguridad de los autobuses.

Finalmente, la semana que viene, el consorcio revisará el incremento de tarifas para 1993, previsto en un 7%.