El poder oculto del 'monje negro'

Una de las principales causas de descontento entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas con el régimen del presidente Alberto Fujimori es la injerencia de éste en la política de ascensos, y el poder en la sombra que los militares atribuyen al asesor de la presidencia VIadimiro Montesinos, a quien se califica de monje negro o Rasputín de Fujimori.Este misterioso personaje se ha convertido en la mano negra a la que se atribuye, con más o menos verosimilitud, la capacidad de mover los hilos en casi todas las decisiones delicadas de Fujimori relacionadas con asuntos de narcotráfico, problemas m...

Una de las principales causas de descontento entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas con el régimen del presidente Alberto Fujimori es la injerencia de éste en la política de ascensos, y el poder en la sombra que los militares atribuyen al asesor de la presidencia VIadimiro Montesinos, a quien se califica de monje negro o Rasputín de Fujimori.Este misterioso personaje se ha convertido en la mano negra a la que se atribuye, con más o menos verosimilitud, la capacidad de mover los hilos en casi todas las decisiones delicadas de Fujimori relacionadas con asuntos de narcotráfico, problemas militares y purgas del aparato judicial, tras el fujigolpe del pasado 5 de abril.

La presencia de Montesinos a la sombra de Fujimori es un factor de discordia entre los altos mandos militares, quienes se oponen a que las decisiones referidas a los pases a retiro y a los ascensos se decidan con arreglo a criterios políticos.

Los tres generales a quienes en un primer momento se acusó de estar implicados en el contragolpe del pasado viernes 13 habían sido pasados a retiro antes de cumplir con su periodo completo de servicio. De haber permanecido en activo habrían llegado al puesto de más rango en el Ejército de Tierra en el transcurso de los próximos años.

A muchos mandos militares les resulta difícil tragarse el sapo de que decida sobre ascensos y pases a retiro un personaje como VIadimiro Montesinos, un ex capitán de artillería expulsado de las Fuerzas Armadas por abandono de servicio, y contra quien se llegó a abrir un procedimiento bajo la acusación de alta traición.

Para Fujimori, la política de retiros es un mecanismo normal de renovación de los cuadros superiores que favorece a los inferiores, porque les permite ascender. El presidente no está dispuesto a ceder un ápice de su autoridad en este terreno y asegura tajante: "Ahora con mi Gobierno hay un mando en las Fuerzas Armadas. No es letra muerta eso que dice la Constitución de que el presidente de la República es también jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Es un hecho, es una atribución, y se trata de una facultad que se debe ejercer a plenitud".