Tiros, minas y serbios bloquean a Ia ONU en Bosnia

Dos convoyes de las Naciones Unidas fracasaron ayer por tercera vez en su intento de romper el cerco de hambre de las localidades bosnias de Gorazde y Srebrenica. En la capital turca, Estambul, 10 países balcánicos y europeos, reunidos para tratar la situación en Bosnia-Herzegovina, pidieron ayer el envío de cascos azules a Kosovo y Voivodina. El ministro turco de Exteriores, Hikmet Cetin, va más lejos aboga por una intervención que impida la partición de Bosnia.

Las puertas de Gorazde y Srebrenica siguen cerradas para los convoyes de las Naciones Unidas. Las milicias serbias, que rodea...

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Dos convoyes de las Naciones Unidas fracasaron ayer por tercera vez en su intento de romper el cerco de hambre de las localidades bosnias de Gorazde y Srebrenica. En la capital turca, Estambul, 10 países balcánicos y europeos, reunidos para tratar la situación en Bosnia-Herzegovina, pidieron ayer el envío de cascos azules a Kosovo y Voivodina. El ministro turco de Exteriores, Hikmet Cetin, va más lejos aboga por una intervención que impida la partición de Bosnia.

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Las puertas de Gorazde y Srebrenica siguen cerradas para los convoyes de las Naciones Unidas. Las milicias serbias, que rodean la zona en donde se encuentran ambas localidades bosnias, han impedido, por tercera vez, el paso de los convoyes de la ONU. El responsable del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en la antigua Yugoslavia, José María Mendiluce, había advertido que la ONU consideraba el éxito de estas misiones como un test de la disposición serbia a la colaboración.Por otra parte, el mando de las Naciones Unidas en Sarajevo anunció ayer a mediodía la suspensión temporal del puente aéreo sobre la capital, después de que un avión francés fuera alcanzado por una bala. "La razón", aseguró un portavoz, "no es tanto la bala sino la cantidad de disparos que se han producido en las últimas horas". Los vuelos podrían reanudarse hoy.

Uno de vehículos militares franceses que escoltaban a los ocho camiones de (ACNUR) que se dirían a Gorazde, a 80 kilómetros al este de Sarajevo, chocó ayer contra una mina. Aunque no hubo que lamentar heridos, fue la razón oficial para dar media vuelta y regresar a Rogatica, a 30 kilómetros del objetivo. Lyndall Sachs, la portavoz del ACNUR, confirmó los hechos y dijo que "volverían a intentarlo cuando la carretera esté limpia de minas", según Reuter.

No muy lejos, otro convoy del ACNUR compuesto por 24 camiones que transportaba víveres para la pequeña localidad musulmana de Srebrenica, cercada como Gorazde por las milicias serbias desde hace siete meses, quedó bloqueado en la frontera entre Serbia y Bosnia, a 17 kilómetros del objetivo. El responsable militar de la zona parecía desconocer el acuerdo alcanzado el fin de semana entre el jefe de Unprofor (Fuerza de Protección de las Naciones. Unidas) en Bosnia-Herzegovían, general Philippe Morillon, y el comandante de las milias serbias, Ratko MIadic.

Mientras los miembros del convoy negociaban su paso por el puente del río Drina -que sirve de frontera entre Serbia y Bosnia-Herzegovina-, milicianos serbios situados al otro lado, gritaban "¡bandidos!, ¡bandidos!" a los cascos azules. Uno de ellos, explicó las razones del bloqueo: "¿Por qué vamos a dejar pasar comida a nuestros enemigos cuando éstos nos disparan?".

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El líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, dijo que el convoy había sido detenido debido a la existencia de combates en Bratunac, situada en el lado bosnio del río. Fuentes de las Naciones Unidas en Belgrado eran escépticas sobre estos supuestos combates.

En otras zonas del país sí se han producido importantes intercambios artilleros. La radio bosnia confirmó combates en Bihac y en Gradacac.

Cumbre de Estambul

La Conferencia de ministros de Exteriores de diez países balcánicos y europeos, organizada por Turquía en Estambul, concluyó ayer con la publicación de un comunicado que rechaza cualquier "cambio territorial mediante el uso de la fuerza" y pide el despliegue "lo antes posible" de observadores de las Naciones Unidas en las fronteras de Bosnia-Herzegovina y en Kosovo y Voivodiná, provincias serbias con una importante minoría albanesa y húngara.

"Queremos ver cascos azules en aquellas regiones que están ahora en una posición difícil", asegura el ministro turco de Exteriores, Hikmet Cetin, quien en su intervención en la Conferencia apoyó abiertamente una intervención militar para preservar las fronteras de Bosnia.

Ayer llegó a Zagreb el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Velayati, primera etapa de una visita a Croacia y Bosnia-Herzegovina.

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