El Gobierno francés busca apoyo político para respaldar su rechazo al GATT

El primer ministro francés, Pierre Bérégovoy, someterá hoy al voto de confianza de la Asamblea Nacional su política de rechazo del proyecto de acuerdo sobre reducción de las exportaciones agrícolas subvencionadas alcanzado en Washington por EE UU y la CE. El primer ministro socialista desea provocar un "amplio movimiento de cohesión nacional" que compense el aislamiento en este asunto de Francia, primera potencia agrícola europea y segundo exportador mundial.

Dos meses después del referéndum francés sobre el Tratado de Maastricht, los partidarios del "no" están ganando la batalla a títu...

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El primer ministro francés, Pierre Bérégovoy, someterá hoy al voto de confianza de la Asamblea Nacional su política de rechazo del proyecto de acuerdo sobre reducción de las exportaciones agrícolas subvencionadas alcanzado en Washington por EE UU y la CE. El primer ministro socialista desea provocar un "amplio movimiento de cohesión nacional" que compense el aislamiento en este asunto de Francia, primera potencia agrícola europea y segundo exportador mundial.

Dos meses después del referéndum francés sobre el Tratado de Maastricht, los partidarios del "no" están ganando la batalla a título póstumo. "La crisis del GATT confirma que el felizmente fenecido tratado de Maastricht era una desastrosa utopía"., afirmó ayer Phillppe de Villiers. Este diputado populista pidió que Francia oponga su veto al "leonino acuerdo agrícola impuesto por Estados Unidos y negociado ilegítimamente por la Comisión Europea". Dos días antes, el gaullista Philippe Séguin había hecho un comentario parecido.Los adalides del "no" subrayan que "el asunto del GATT" prueba la existencia de una "contradicción" entre los intereses nacionales -la defensa de la agricultura francesa- y los intereses comunitarios -la necesidad de evitar la guerra comercial con los norteamericanos- Y añaden que "la soledad" en que alemanes, italianos y españoles han dejado a Francia revela que la solidaridad europea "no funciona a la hora de una crisis seria". Por último, afirman que el acuerdo de Washington corrobora que la "eurocracia de Bruselas" tiende a "tomar decisiones capitales por su cuenta y riesgo".

Lo duro para los que defendieron el "sí" a Maastricht es que, como afirma en Le Monde Jean-Marie Colombani , la presente crisis les lleva a dar la razón a los que sostuvieron el "no". El margen de maniobra del poder socialista en este asunto es estrechísimo. Si termina aceptando el acuerdo de Washington, deberá enfrentarse a una revuelta campesina y una ofensiva política de la derecha de incalculable ferocidad.

En ese caso, el Gobierno de Bérégovoy no podrá aguantar hasta las elecciones legislativas de marzo. Pero si Francia lleva su rechazo del acuerdo hasta sus últimas consecuencias -el uso del veto-, la consiguiente crisis comunitaria enterrará la construcción europea.

Por otra parte, informa Isabel Ferrer, medio centenar de agricultores holandeses depositaron ayer 60 toneladas de patatas en la plaza mayor de Bergen op Zoom, localidad situada al sur del país. La protesta es la primera de envergadura registrada en contra del acuerdo agrícola alcanzado entre la Comunidad Europea y Estados Unidos en el marco del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio).

El grupo manifestó que, con la protesta, había comenzado la campana denominada Bola de nieve y que, a partir de ahora, los gestos de su colectivo se repetirán en otras ciudades de Holanda. Los enfadados manifestantes aprovecharon las primeras luces del día para conducir sus tractores hasta el pueblo desde las provincias de Brabante (Sur) y Zelanda (Suroeste).

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